Parte 2: De este lado de la pantalla de plata
Dos lagartos, o más bien dos personas lagarto, se pararon mirándose románticamente entre ellos. Uno de ellos tenía un físico musculoso y vestía un uniforme del ejército. Basado en todo eso, este probablemente era un macho. Y el otro, que usaba un elegante vestido, seguramente era una hembra.
Ellos simplemente se miraron, sin intercambiar palabras.
Una histórica ciudad de piedra llenaba el fondo. El par estaba de pie sobre un gran acueducto arqueado que traía agua a la ciudad.
El Sol se había ocultado hace tiempo; solo la inestable luz de una única lámpara de gas los separaba de la circundante oscuridad. Dentro de su mundo no se pueden ver otros humanos – bueno, eso es obvio. Más bien, no se podía ver ningún otro ser vivo. Era como si el mundo se hubiera levantado y desaparecido en alguna parte dejando solo a esos dos atrás.
El lagarto macho hizo algo con su lengua dentro de su boca, creando un extraño sonido.
El lagarto hembra abrió ampliamente sus ojos y continuó mirándolo.
Con solo esas acciones sin palabras, algún tipo de entendimiento mutuo debió pasar entre ellos. Ellos gentilmente acercaron sus cuerpos y confirmaron el calor del otro – así que los animales de sangre fría también tienen esa costumbre, ¿huh?
Y entonces, como tratando de proteger la reunión secreta de los amantes, la lámpara de gas parpadeó una vez antes de apagarse completamente. La oscuridad de la noche se extendió, cubriendo a la pareja, y la historia llegó a un silencioso final.
Con un chasquido, la luz de las lámparas de cristal iluminó el cine cuando la función del día terminó.
“Hm.” Pannibal asintió con una mirada de sabelotodo en su rostro.
“Ooo…” Collon tenía una mirada de admiración.
“Ahh…” Los ojos de Tiat parecían estar brillando.
“…” Lakhesh observó con la boca bien abierta.
Un raro espectáculo, las cuatro pequeñas, quienes normalmente se ven corriendo enérgicamente por el almacén de hadas, todas sentadas tranquilamente, enfocadas en la ahora negra pantalla con expresiones profundamente conmovidas. A un lado, Willem estaba sentado solo, con una mano presionada contra su frente, luchando contra un ligero dolor de cabeza.
… no lo entiendo…
Bueno, para empezar, él podía entender que se suponía que la película era una especie de historia de amor. Aunque, aparte de eso, él no tenía idea.
En primer lugar, cualquier tipo de romance se supone que debe hacerte enfatizar con uno de los personajes, o al menos tener algún actor o actriz bonita para admirar. Pero si todos los personajes en la película son Reptrace, es un poco difícil de lograr.
La barrera racial realmente es gruesa después de todo.
Los cristales grabadores, como su nombre implica, son un tipo especial de cuarzo capaz de capturar y almacenar el escenario circundante. La fidelidad y capacidad de cada piedra cambia dependiendo de la precisión y tipo del corte, y también el tamaño y calidad de la gema original. Haciendo brillar luz con una dirección y longitud de onda uniforme sobre la piedra, escenas pre-grabadas pueden ser proyectadas, y ajustando ligeramente el ángulo de la luz hace posible elegir qué imágenes proyectar. A través de este proceso, una serie de escenas pueden ser reproducidas en secuencia, creando imágenes en movimiento que se ven casi como en la vida real. Siendo que el equipamiento necesario no es muy caro, cristales de tamaño mediano o pequeño a menudo se pueden encontrar en teatros de cristales de imagen en cualquier ciudad.
Bueno, basta de charla técnica. El punto es que tal tecnología existe en Regul Aire, y que toda una subcultura que gira alrededor de esas películas se está desarrollando rápidamente.
Incluso sin ir hasta un teatro en una gran ciudad, puedes ver cualquier obra que quieras en algún viejo establecimiento equipado con esos cristales de grabación. Puede que los teatros no tengan sonido, y la calidad de imagen no sea la mejor, pero es mejor que nada. Ese tipo de lugares han jugado un gran papel esparciendo la ficción a través de Regul Aire, pero…
Con las cuatro pequeñas siguiéndolo detrás, Willem salió del teatro.
“¡Fue encantador!” Gritó Tiat, el brillo en sus ojos comenzando a esparcirse en el aire a su alrededor.
“¡¡Adulto!!” Collon continuó los gritos con algunas tonterías.
“¡Hmmph!” Pannibal orgullosamente levantó sus hombros y adoptó una pose intimidante.
“… uh…” Willem dejó caer sus hombros mientras suspiraba.
No mucho tiempo había pasado desde que esas cuatro ‘nacieron’. Física y emocionalmente, ellas eran niñas de no más de diez años. Así que cuando entraban a un teatro, tenían que ser acompañadas por un guardián, razón por la cual Willem terminó en esta situación.
“Estoy agotado…”
Las apariencias de las niñas, careciendo de cuernos, colmillos, escamas u orejas de animal, caían en la categoría de sin marcas, con un gran parecido a los Emnetwyte quienes alguna vez prosperaron en la superficie. La única diferencia es el vívido color a menudo presente en su cabello y ojos.
Habiendo dicho todo esto, ¿cómo demonios podían conmoverse viendo una historia de amor de lagartos? ¿Podría ser la diferencia de género? ¿Edad? ¿O la época en la que nacieron? ¿Tal vez todos los demás en Regul Aire también podrían disfrutar de la historia y él era el raro?
No hay esperanza para esta generación…
“Um, ¿pasa algo?” Él escuchó una voz preocupada desde abajo. Pannibal estaba mirando su cara, probablemente pensando que se veía un poco gracioso.
“¡Willem, anímate!”
Él creyó sentir algo saltando en su espalda, y, lo siguiente que supo fue que Collon tenía sus brazos y piernas trabados alrededor de su hombro derecho y la articulación del codo. Ella era realmente muy ágil con esas diminutas extremidades suyas.
“¡Si! ¡Muestra un poco de espíritu, espíritu!”
“Hm, si solo pudieras alcanzar su arteria carótida también, sería perfecto.”
“¡¡N-N-No!! ¡¡Collon, date prisa y suéltalo, Pannibal deja de animarla!!”
Ahh, Lakhesh es una buena niña. Collon y Pannibal son niñas malas. Bueno, para los niños, ser energéticos es lo más importante, así que en ese sentido todas son buenas niñas. Por cierto, esto en verdad duele… ¿cómo salgo de esta? Tales pensamientos perezosamente corrieron por la cabeza de Willem, que aún no se recuperaba por completo. En ese momento, sintió un par de pequeños ojos mirándolo y se dio la vuelta hacia la última de las cuatro niñas.
“¿Qué pasa, Tiat?”
“¿Eh?”
“¿Pensando en algo?”
Siendo inesperadamente llamada, Tiat puso una cara confundida por un momento. “Oh… es solo que… no has estado muy feliz últimamente, así que estaba pensando que tal vez es por nuestras mayores… o algo…”
“¿Mayores? Ah, ¿Chtholly y las demás?”
“S-Si…”
Ya veo. Mayores, ¿huh? Él sintió que era una forma poco natural de referirse a personas que eran básicamente familia, pero, al final, esas hadas eran soldados del ejército – o más bien, equipamiento del ejército. Usar una expresión respetuosa como esa para referirse a sus mayores no era tan extraño.
“Si, supongo.” Él respondió honestamente, sintiendo que no tenía sentido ocultarlo.
“Eh…” Por alguna razón, Tiat sonó sorprendida.
“Para ser honesto, no puedo apartar mi mente de eso. Incluso tuve un sueño raro esta mañana porque ellas no han vuelto.”
“¿Un sueño?”
“Ahh…”
La expresión de Tiat, e incluso Lakhesh por alguna razón, se iluminó. Esas eran las mismas caras que había visto observando maravilladas la historia de amor de los lagartos hace un rato.
“… esperen un segundo. ¿Qué están imaginándose?”
“Esperando y esperando por el regreso de un ser querido, tratando de ocultar el dolor. ¿Cierto?”
“Wow… un romance adulto…”
Él no tenía idea de lo que esas dos estaban diciendo.
“¡Ohh, un vívido adulto!”
“¿Una confesión en medio del camino? En efecto, un valiente supervisor.”
Él tenía aún menos idea de lo que esas otras dos estaban diciendo. Además, su brazo derecho bloqueado estaba comenzando a doler mucho.
“Es natural estar preocupado por la familia… no tiene que ser algún importante asunto amoroso. ¿Ustedes no están siquiera un poco preocupadas por ellas?”
“¿Por qué lo estaríamos?”
“¿Por qué? Quiero decir…”
“Ellas volverán a casa a salvo sin que nos preocupemos por ellas. Y si algo pasa para que no puedan volver a casa, entonces el que nos preocupemos no será de ayuda,” explicó casualmente Tiat.
Ah – es cierto. Estas chicas son hadas. Ellas existen con el único propósito de ser usadas en batalla. A causa de eso, su apego por la vida tiende a ser escaso, y aparentemente esa actitud indiferente no solo se aplica a sus propias vidas, sino a otras de su tipo también.
Chtholly debe haber sido una excepción bastante rara. Ella misma dijo que no quería morir. Y, a pesar de nunca decirlo directamente, su actitud mostraba que ella no quería exponer a sus adorables niñas al peligro.
Willem vio ese miedo suyo como algo bueno. Comparada con Willem, quien falló en ver cualquier valor en su existencia, Chtholly tenía una forma mucho más ‘humana’ de vivir. Él no se dio cuenta entonces, pero esa puede haber sido una de las razones de que la apoyara tanto.
“Ese no es el punto de preocuparse.” Aún incapaz de mover su brazo derecho, Willem giró su cuerpo y se las arregló para poner su mano izquierda sobre la cabeza de Tiat. “Tarde o temprano ustedes también lo entenderán.”
“¡H-Hey! ¡No nos trates como si fuéramos niñas pequeñas!”
“Chtholly se preocupa por ustedes, ¿saben?”
“… ¿Chtholly? ¿Por qué?”
“¿Por qué ella es una adulta? O al menos, más adulta que ustedes.”
Tiat infló sus mejillas y, con una voz irritada, declaró al cielo azul, “¡Bien! ¡Entonces me preocuparé por las mayores!”
“¡Ohh!” Collon, obviamente no entendiendo lo que estaba pasando, dio un pequeño grito.
“Buena suerte,” respondió casualmente Pannibal, pareciendo no importarle.
“Adulta… Chtholly es una adulta incluso a los ojos de Willem, huh…” Lakhesh murmuró algo con una mirada desenfocada en su rostro. Él fingió no escucharlo.
“Como sea, Collon – pronto mis ligamentos se van a romper o algo, así que quítate.”
“¡Aún no he escuchado tu rendición!”
“Ahh me rindo, me rindo.”
“¡Oh!” Con eso, Collon se separó.
Un helado viento sopló por el pueblo, causando que Willem temblara.
El cielo albergaba solo unas cuantas nubes.
Lento pero seguro, la estación comenzó a cambiar.
La instalación se encontraba en el interior de los bosques de la 68º Isla flotante. Basándote solo en su aspecto, podrías pensar que era algún tipo de dormitorio, capaz de acomodar alrededor de cincuenta personas. Era un edificio de dos pisos, la estructura de madera daba una sensación algo anticuada. Justo al lado había una huerta y un cantero de flores, ambos bien cuidados, y un poco más lejos, un pequeño claro servía como campo multipropósito.
De acuerdo a los documentos oficiales, la instalación servía como almacén para las armas secretas del ejército. Aparte de un pequeño número de personas necesarias para administrar el equipamiento, supuestamente nadie más vivía dentro.
Por supuesto, este último punto era una completa mentira. Más de treinta hadas actualmente llamaban hogar a esta instalación. Las jóvenes chicas, meramente ‘objetos’ según los documentos, vivían sus días con un entusiasmo y energía poco característicos de las armas inanimadas.
En el tejado de ese ‘almacén’, numerosas ropas lavadas colgaban siendo agitadas por el viento.
“Aw, parece que se avecina una tormenta.” Sosteniendo un montón de sabanas contra su pecho, una mujer miró al cielo. “Hey, la persona que parece deliciosa de ahí. Si estás libre dame una mano, ¿quieres?”
“Ayudaré, así que no me vuelvas a llamar así.”
“¿Ehh? En mi cultura, es el mayor cumplido, ¿sabes?”
“Bueno, entonces toda tu raza necesita volver a aprender el lenguaje común desde cero ahora mismo.” Mientras intercambiaban algunas bromas, Willem recogió una canasta de mimbre cercana y comenzó a llenarla con ropas parcialmente secas.
El viento que soplaba cargaba una pizca de humedad. La lluvia parecía inminente.
“Hmm, siento que has sido un poco frío hacia los Trolls recientemente, Willem,” dijo la mujer, hinchando sus mejillas como una niña haciendo pucheros.
Willem hizo una ligera mueca ante su gesto, notando que se veía extrañamente atractivo. Nygglatho está incluida en el anteriormente mencionado ‘pequeño número de personas necesarias para administrar el equipamiento’. Ella parecía tener alrededor de veinte años y era bastante alta para su edad, sus ojos estaban básicamente a la misma altura que los de Willem. Aun conservando algunos gustos como de una niña pequeña, le gustaba usar bonitos delantales o vestidos con volantes. Y, por supuesto, ella no era un hada, sino un Troll, una sub-raza de los Ogros que vivieron junto a la gente, intercambiaron sonrisas con la gente, y comieron gente.
“No seas estúpida. He sido frío contigo desde que nos conocimos.”
“Tan cruel… creo que un chico que puede decir ese tipo de cosas a las chicas se meterá en problemas…”
Arriba en el cielo, nubes grises comenzaron a extenderse. Parecía que debían apresurarse. Encima de la montaña de sabanas y ropas ya desbordándose de la canasta, él comenzó a apilar aún más.
“No te preocupes. La única persona en el mundo con la que puedo tomar este tipo de actitud ahora eres tú.”
“Hmph. Una frase para ligar bastante extraña, ¿no crees? Tal vez mi corazón si se agitó un poco.”
“Como dije, toda tu raza necesita volver a aprender el lenguaje común.”
“Fuiste tan amable con Chtholly y las otras, pero esto es lo que yo–“
Con un plop, una gota de lluvia calló a los pies de Willem, creando una mancha gris en el suelo.
“Menos charla y más acción. Vamos.”
“¡Lo sé, lo sé!”
Los dos apresuradamente continuaron con su trabajo recogiendo las ropas.
Un violento aguacero comenzó, como si alguien hubiera decidido repentinamente voltear una cubeta gigante de agua. En cuestión de segundos, nubes tan oscuras que parecían negras cubrieron todo el cielo. A pesar de que aún era temprano, la vista afuera de la ventana era oscura como la noche.
“Apenas lo conseguimos, ¿huh? Si hubiéramos demorado solo un poco más, tendríamos que lavar todo de nuevo.” Habiendo terminado con la ropa, el par se dirigió a la habitación de Nygglatho para relajarse y tomar un poco de té. “¿Y bien? ¿Qué necesitas?” Preguntó repentinamente Nygglatho mientras encendía la estufa.
“¿Huh?”
“Fuiste a la azotea porque tenías algún asunto conmigo, ¿verdad?”
“Ah…” Ahora que lo mencionaba, Willem se acordó. “Bueno… como decirlo… estaba pensando que ya va siendo hora de algún tipo de contacto, al menos para saber si están a salvo o no.”
“Ah. ¿Chtholly y las demás?”
Por supuesto. Willem asintió silenciosamente.
“Creo que ya te lo había dicho, pero esta batalla será especialmente larga.”
“Bueno si, recuerdo eso, pero ya ha pasado medio mes, ¿sabes? ¿No has oído nada acerca de si están a salvo, o cuanto más parece que continuará?”
“Nop.”
“¡Rechazo instantáneo! ¿Por qué?”
“¿Por qué? Así son las cosas… ¿quieres saber los detalles?”
Sin responder, Willem se sentó en la silla que Nygglatho le ofreció. Como si apareciera mágicamente de alguna parte, un juego de té apareció sobre la pequeña mesa.
“Sabes sobre su enemigo, el Timere, ¿verdad?”
“Aprendí un poco de los documentos. Es duro, su tamaño y fuerza son directamente proporcionales, pero la mayoría de sus propiedades son desconocidas.”
“Es correcto. La principal causa de esa dureza es su habilidad para crecer y dividirse rápidamente. Incluso si continúas matando y matando, las partes sobrevivientes usarán a los muertos como escudos mientras crean más de ellos. No solo eso, sino que también se vuelven cada vez más fuertes. Contra los más pequeños, si pacientemente matas cada parte unas diez veces, alcanzarán su límite y dejarán de dividirse. Pero este puede que tenga más de doscientas capas, así que tomará un tiempo.
Por supuesto, las chicas no están peleando 24/7. Ellas sabían que iba a ser una larga batalla, así que se prepararon. Un formidable escuadrón de artillería Reptrace las acompañó para comprar algo de tiempo para que las chicas puedan descansar. Quiero decirles que simplemente peleen con esos musculosos lagartos, pero solo las hadas blandiendo los antiguos Carillones pueden infligir daño significativo al Timere. Y, por supuesto, esa es la razón de la existencia de las chicas, así que supongo que no se puede evitar.
Ya que decidieron no hacer que Chtholly abra la puerta a la tierra de las hadas, esta batalla simplemente es cuestión de continuar matando hasta que caiga el último de ellos. Sin embargo, no hay manera de decir exactamente cuántas capas tiene el monstruo, o cuántas han sido destruidas hasta ahora, así que naturalmente no pueden predecir cuanto más se prolongará la batalla.
Bueno, aun así, eventualmente terminará. Ellas tienen la ventaja en fuerza militar, así que hay buenas posibilidades de victoria.” Nygglatho terminó su explicación con una voz más aguda.
“Pero aun así, uno pensaría que ellos al menos podrían decirnos si las chicas están bien o no.”
“Ellos colocaron un tipo de barrera restrictiva alrededor del campo de batalla, así que los cristales de comunicación no pueden utilizarse. Además de eso, las corrientes de aire alrededor de la isla están actuando de forma extraña, así que no pedirán a alguien con alas que trate de salir volando. Mirando desde la distancia, todo lo que puedes decir es que la batalla aún continua,” Nygglatho continuó mientras jugaba con su rojo cabello. “Bueno, también hay otros factores, pero eso es en esencia el por qué no hemos recibido noticias de las chicas. Pregunté lo mismo cuando llegué aquí, y la respuesta que recibí fue básicamente lo que acabo de decirte. ¿Algo más que quieras saber?”
“No…” Decepcionado, Willem dejó caer sus hombros. “Pareces bastante calmada ahora. ¿Estás acostumbrada?”
Nygglatho dejó salir un gran suspiro. “Nop. Incluso ahora estoy volviéndome loca por la preocupación. No he tenido apetito recientemente.” Willem se regocijó ligeramente por ese último punto. “En cualquier caso, las pequeñas de por aquí continúan con su vida diaria. Como la mayor, no puedo ir por ahí causando pánico, ¿verdad?”
“Bueno, supongo que tienes razón.” Vapor comenzó a salir del hervidor en la estufa. Viendo a Nygglatho correr para preparar el té por el rabillo del ojo, Willem continuó. “No tenía idea de que era tan doloroso… no ser capaz de hacer nada aparte de esperar,” gruñó en una voz malhumorada.
Escuchando su queja, Nygglatho dibujó una sonrisa sobre su ansiosa expresión y respondió. “Sabes, escuché de Grick que dijiste una línea bastante fría al principio. Que creías en ellas, así que estabas listo para aceptar cualquier resultado que trajeran, o algo así.”
“No solo al principio. Aún estoy determinado a hacer eso. Es solo que… no esperaba que durara tanto. No es realmente ansiedad o que no pueda calmarme ni nada. Simplemente comienzo a preocuparme.”
“¿Preocuparte?”
“Solo estoy preocupado. ¿Qué hay de malo en eso?”
“No es bueno o malo, pero el personaje calmado y genial que tratas de interpretar comienza a derrumbarse.” Ella pensó por un momento. “Ah, ya veo. Eres del tipo que no puede actuar duro fuera de tu zona de confort, ¿verdad?”
“…”
Ella podría haberlo dicho de forma más agradable, pero tristemente Willem no podía negarlo. Nygglatho cruzó sus brazos sobre la mesa y apoyó su mentón encima, mirándolo juguetonamente.
“Dando vueltas por ahí aturdido y perdido, a veces rindiéndote y siendo abrumado… el solo verte ha sido muy interesante recientemente.”
De nuevo, sus palabras parecieron aplastar su corazón. “Realmente eres un Ogro…”
“Por supuesto. Me dijiste algo cruel hace un rato, así que simplemente me estoy vengando.” Ella sacó su lengua de Troll burlándose. “Aunque me tratas como un demonio, igual te daré un consejo. En este tipo de situaciones, si no tienes nada que hacer solo empeorará. Intenta cambiar tu entorno o busca una forma de forzarte a estar ocupado.”
“Ah, veo lo que estás haciendo. Ahora vas a pedirme que haga algún tipo de trabajo, ¿verdad?”
“Correcto,” dijo el demonio con una sonrisa.
Willem lo pensó. Su conversación fue un 60% en broma, pero lo que la dama demonio dijo tenía sentido. El continuar preocupándose por Chtholly y las demás no era algo malo en sí mismo. Pero, él quería seguir con su vida cotidiana tanto como fuera posible mientras esperaba su regreso, justo como su familia alguna vez esperó por su regreso en el ahora perdido orfanato.
En ese caso, había algo de mérito en seguir la sugerencia de Nygglatho. Para poder esperar a las chicas y darles la bienvenida como siempre, él tenía que dar este paso.
“De acuerdo. ¿Qué quieres que haga?”
Escuchando su respuesta, el rostro de Nygglatho se iluminó. “Es un poco lejos, pero hay un lugar al que quiero que vayas.”