Parte 2: La chica con pareja y la mujer enamorada
Willem tuvo un sueño horrible.
En el, su maestro, Navrutri y el emperador estaban bebiendo y recordando los viejos tiempos. Ellos eran extremos en la forma en que trataban a las mujeres a su propia manera, así que por supuesto el tema de la conversación cambió rápidamente a las mujeres. Su maestro, quien era un viejo pervertido de corazón, dio su opinión sobre pechos y glúteos. Navrutri, quien afirmaba tener numerosas amantes en varios pueblos por los que había viajado (lo que probablemente era cierto), habló sobre una bella mujer en particular que conoció en la Confederación de las Arenas Flotantes. Y finalmente, el emperador, famoso por siempre tocar a las damas de la corte de forma inapropiada (y ser regañado por su esposa), habló sin parar sobre la fresca inocencia de su nueva sirvienta con los ojos soñadores de un adolescente.
No quiero tener nada que ver en esto…
Sin embargo, tan pronto como Willem pensó eso, sus hombros fueron repentinamente sujetados por tres manos.
“También quiero oír tu opinión,” dijo Navrutri.
“Escúpelo,” ordenó su maestro con una sonrisa de borracho.
“Eso me recuerda, escuché que estuviste a solas con mi sobrina el otro día,” remarcó sugestivamente el emperador mientras se acercaba.
Willem intentó escapar usando el entrenamiento como excusa, pero no funcionó. Fue sujetado a su silla mientras cantidades extravagante de alcohol fueron vertidas en su boca. Poco después, su conciencia comenzó a hacerse borrosa y sus labios comenzaron a moverse por su cuenta, soltando los nombres de las mujeres que conocía.
“– Técnico. Hey, Técnico. ¿Qué haces durmiendo aquí?”
El Técnico Segundo Willem Kmetsch despertó con el sonido de una voz. Con un rápido vistazo alrededor fue capaz de comprender la situación. La primera cosa que llamó su atención fue una montaña de papeles completamente desorganizados. Lo siguiente fue una montaña de papeles completamente desorganizados. Derecha, izquierda, arriba, abajo, sin importar donde mirara vio más o menos lo mismo. En otras palabras, estaba en la sala de referencias del almacén de hadas.
“No estabas en tu habitación así que me preguntaba dónde estabas… y entonces te encuentro aquí.”
“… ¿Ithea?” Una chica con cabello marrón estaba de pie a su lado con las manos en sus caderas y con una mirada no muy sorprendida.
“Mhm, tu querida Ithea Myse Valgulious. Como sea, si no te apresuras a la cafetería no conseguirás nada para desayunar.”
“Ya veo…” La noche anterior tuvo la idea de organizar la sala de referencias por primera vez en un tiempo. Pero, como esperaba, probó ser una tarea muy difícil. No solo le perdió la pista a los documentos, parece que también perdió la noción del tiempo, y en alguna parte de su arduo viaje perdió la conciencia en el sofá. “Bueno, no puedo seguir sin comida.”
Willem se sentó y una fracción de segundo después, una pequeña chica rodó del sofá.
“… Ouch.” La chica de cabello gris se sentó en el suelo.
“Ah, me preguntaba de dónde había salido esa cálida manta.”
“Hace frío, así que no quería que te enfermaras.”
Tiene sentido. Willem estaba agradecido. “Gracias… ¿entonces por qué acabaste durmiendo en el sofá también?”
“Hace frío, así que no quería que te enfermaras.”
Esta vez, su razonamiento no tenía mucho sentido, y Willem no estaba muy agradecido.
“Collon tiene fiebre desde ayer, y Tiat y Almita están estornudando. Si bajas la guardia podrías enfermarte,” añadió Nephren a su explicación.
“Me alegra que te preocupes por mí, pero cuando duermas hazlo en tu propia habitación.” Él golpeó ligeramente su frente.
Ithea, quien había estado de pie a su lado en silencio, los miró con sospecha. “Esta situación debería sonar realmente sucia, pero por alguna razón no es así.”
“Eso significa que tu mente aún no ha sido completamente corrompida.”
“¿Eso es algo para alegrarse?” Preguntó Ithea. “Además, Nephren, pareces estar tomando el rol de mascota. ¿Eso te parece bien?”
“El apoyo moral es importante.”
“Ya veo.” Asintió Ithea.
“… apresurémonos y vayamos a desayunar.” Willem levantó a la aún adormecida Nephren.
“Oh, por cierto, señor Técnico, ¿cómo ha estado Chtholly últimamente?”
“¿Qué quieres decir?”
“Oh tú sabes, me preguntaba qué se siente tener a alguien tan interesado en ti. ¿Se siente bien?”
“No lo negaré, pero no necesito que lo estés preguntando.”
“Ohoho.” Ithea parecía sorprendida. “¿Estás interesado?”
“Quiero decir, no soy un anciano y no tengo gustos peculiares. Incluso si ella es un poco joven, ¿existe algún tipo que no sienta absolutamente nada cuando le gusta a una linda chica? Pero incluso si ella hace que mi corazón se acelere, no puedo aceptar esos sentimientos. Por eso intento alejarla.”
“¿Hmm?”
¿Qué estoy diciendo? Aparentemente, su extraño sueño estaba causando que diga cosas extrañas. Si dijera algo más podría ponerse peligroso, así que cerró su boca.
“No le digas,” añadió con una voz gruñona.
“¿Escuché que dormiste con Nephren?”
Cuando Willem caminaba por el pasillo, alguien repentinamente tomó su oreja y comenzó a interrogarlo. Soportando el dolor, se dio la vuelta para ver, como esperaba, a una chica de cabello azul – no, cabello azul y rojo. Ahí estaba Chtholly mirándolo con una pizca de ira en sus ojos. Era… como decirlo… aterrador.
“Geez, por qué todos lo ven como algo tan importante…” Él palmeó la mano que sujetaba su oreja, intentando hacer que lo soltara. “No lo hagas sonar como algo más. ¿Qué hay de malo en que un adulto y una niña duerman bajo la misma manta?”
“No tienes edad suficiente para llamarte a ti mismo un adulto.”
“Bueno, la gente a menudo cree que soy joven, pero nací hace más de quinientos años, ¿sabes?”
“Lo sé. También sé que pasaste esos quinientos años durmiendo. Así que quita esa cara de ‘respondí de forma inteligente’.”
Ouch. Willem estaba bastante confiado con esa respuesta.
“Como sea, no creo que la invitaras a dormir contigo, así que asumo que se metió por sí misma, pero…”
Obviamente.
“Aun así no me parece bien. Te estabas jactando de como viviste tantas situaciones peligrosas antes, ¿verdad? ¿Cómo no notaste que estaba durmiendo junto a ti? ¿Qué pasó con eso de ser capaz de esquivar un cuchillo mientras dormías?”
“Eso y esto son cosas completamente diferentes. Puedo sentir a los enemigos. No tiene sentido ser cauteloso por personas sin intenciones hostiles, ¿verdad?”
“De acuerdo, ¿y si fuera Nygglatho? ¿Qué hubieras hecho?”
“La habría lanzado por la ventana en dos segundos,” respondió inmediatamente con confianza. Era una respuesta obvia. Solo alguien con pensamientos suicidas se acercaría tanto a un Troll quien siempre expresa su deseo de comer a otros.
“¿Ves? La tratarías diferente que a Nephren.”
“No, no puedes tratarlas de la misma forma. Incluso si ella no es un enemigo, cuando el peligro se acerca por supuesto que reaccionaría porque no quiero morir. En primer lugar tú sabes que ella tiene intenciones hostiles en un sentido completamente diferente.”
“Hablar tan rápido solo te hace sonar más sospechoso.”
“… qué quieres que diga…” Willem dejó caer sus hombros.
“Te haré una pregunta más. ¿Qué hubieras hecho si fuera yo?”
“Bueno, por supuesto–” Él lo pensó un momento. Si hablaba sin cuidado aquí seguramente resultaría molesto más tarde. También sería bastante molesto si ella realmente lo intentara. “– te echaría, obviamente.”
Él esperaba que ella se enojara, que dijera algo como ‘¿por qué Nephren puede y yo no?’.
“Hmph.” Ella aún tenía una expresión de insatisfacción en su rostro, pero no siguió preguntando y soltó su oreja. “Ten cuidado con lo que haces. No quieres que las pequeñas adquieran malos hábitos, ¿verdad?”
“¿D-De acuerdo?”
Chtholly le dio una ligera palmadita en la espalda antes de irse por el corredor en un ligero trote.
¿Qué? Incapaz de comprender la situación, Willem se quedó ahí confundido.
Estaba acostumbrado a lidiar con niñas, pero no mujeres. Así que cuando se trababa de chicas al borde de los dos grupos de edades, nunca supo cómo lidiar con ellas, e incluso ahora, quinientos años más tarde, no tenía idea.
Pero aun así, hubo una cosa que sí pudo notar.
“Se está esforzando demasiado…”
Por supuesto, no tenía evidencia sólida. Simplemente le dio esa impresión, aunque a simple vista ella parecía estar actuando perfectamente normal.
Otra reunión de supervisores del almacén de hadas se estaba llevando a cabo en la habitación de Nygglatho. Sobre un plato, había bollos recién horneados y tres tipos de mermelada. En la chimenea, la tetera silbaba enérgicamente.
“… ¿el resfriado de Collon está mejorando?” Preguntó Willem.
“Aún no podemos bajar la guardia. Su fiebre comenzó a bajar, pero aún es bastante alta. Mañana compraré un poco de medicina en el pueblo.”
“Ya veo… si a mitad de la noche Collon parece estar teniendo pesadillas o algo, pon esto bajo su almohada,” dijo Willem, entonces colocó un trozo de metal del tamaño de su palma sobre la mesa. Parecía un simple trozo de metal viejo.
“¿Qué es esto?”
“Es un Talismán antiguo para alejar las pesadillas causadas por el resfriado. En sí mismo, no tiene restricciones de raza, y no hay necesidad de aplicarle magia. Solo ponlo bajo su almohada y comenzará a funcionar automáticamente.”
“… no sabía que tuvieras algo tan conveniente.”
“Bueno, en realidad no lo tenía… es parte del equipamiento de aquí.”
Nygglatho lo miró llena de dudas. “Espera un segundo. Si es parte del equipamiento de aquí, entonces yo debería saber sobre eso. Además de eso, no puedo imaginar que los fondos para comprar algo tan caro fueran aprobados. No solo es un Talismán que cualquier raza puede usar, es uno cuya función no está relacionada a la batalla.”
“Sabías que estaba aquí, solo que no sabías lo que hacía.” Willem golpeó el trozo de metal con sus dedos. “Viene de cerca del centro de la hoja de Seniorious.”
“¿Eh?”
“Te lo dije, ¿verdad? Los Carillones son un conjunto de más de 23 Talismanes unidos por líneas de hechizo. O en otras palabras, si deshaces las líneas de hechizo, terminas con al menos 23 Talismanes separados. Por cierto, Seniorious tiene 41 de esas cosas.”
“… ¿Seniorious?”
“Los otros cuarenta son bastante inservibles, así que simplemente están en el cuarto de almacenamiento. Son todos cosas como ‘protección contra cortar demasiado de tus uñas cuando no usas una hoja mágica’ o ‘suena cada vez que el usuario se llama a sí mismo de alguna forma que no sea su verdadero nombre’.”
“¡¡Regrésalo de inmediato!!” Nygglatho golpeó su puño contra la mesa. Las tazas de té colocadas sobre ella se sacudieron violentamente, pero milagrosamente ni una de ellas derramó su contenido. “¿Qué crees que son esos Carillones – Armas Excavadas? ¡Son literalmente la única cosa que mantiene a Regul Aire en el cielo! ¡Y Seniorious es la más importante y valiosa de ellas!”
“Lo sé, lo sé.” Willem asintió. De hecho, él probablemente conocía a Seniorious mejor que cualquier persona viva. Eso tenía tanto buenas como malas implicaciones, pero…
“Entonces deberías entenderlo, ¿verdad? ¡Que no deberías destrozar la espada solo por este encanto conveniente! ¡Pon en orden tus prioridades!”
“Me preguntaba a donde querías llegar con esto.” Él dejó salir una pequeña risa. “Que Collon tenga una buena noche de sueño es obviamente más importante que el destino de este mundo.”
“¡Eso contradice la razón de la existencia de este almacén!”
“Relájate, eso fue un 80% en broma. No es como si fuera un completo idiota. No hay predicciones de ataques enemigos pronto, y en primer lugar el usuario de Seniorious ni siquiera puede blandirla en este momento. La espada no verá acción por un tiempo, ¿verdad?”
“Ese no es el problema…” ella suspiró profundamente. “De acuerdo, lo que sea. Mientras no salga de aquí nadie se enojará con nosotros, y no es como si no quisiera ayudar a que Collon se mejore… ponlo de vuelta cuando termines de usarlo, ¿de acuerdo?”
“Déjamelo a mí. Siempre eres capaz de entender las cosas al final. Me gusta esa parte de ti.”
“No necesito tus cumplidos. Estoy en un ataque de auto desprecio ahora mismo.” Nygglatho sacudió su cabeza un par de veces antes de tomar un sorbo de té. Eso pareció ayudarla a calmarse. “Por cierto, ¿aún tienes ese Talismán? Tú sabes, el que usaste justo después de despertar… el del lenguaje.”
“Justo aquí.” Willem palmeó su pecho. “Aunque no lo he usado desde que aprendí el lenguaje común. Transmite la voluntad del que habla usando el lenguaje como intermediario, así que no puedes entender todas las sutilezas de la conversación.”
“Estaba pensando, ¿no podrías haber pagado fácilmente tu deuda si vendías eso?”
“Bueno, técnicamente este es uno de los tesoros que Grick y su equipo excavaron ese día, ¿verdad? Así que básicamente lo he tomado prestado todo este tiempo. Eventualmente tendré que regresarlo.”
“¿Pero originalmente no era tuyo?”
“Siguiendo esa lógica, podría reclamar algunos de los Carillones que hay por aquí como míos. Incluso aunque nunca pude usar ninguno de los de clase alta, probé bastantes espadas promedio. Eso me recuerda, ¿decidiste qué hacer sobre la espada de Tiat?”
“Aún estamos probando algunos candidatos. Ahora mismo Ignareo parece una buena opción.”
“Esa también está en el lado de las promedio. Bueno, supongo que es algo bueno.”
“Es cierto. Por supuesto, dada mi posición se supone que no esté feliz por eso, así que es un sentimiento complicado.”
Los Carillones solo pueden ser usados por Braves.
Para los Braves, la fuerza era una necesidad. Ellos eran los que usaban técnicas arcanas. Los que sufrieron grandes tragedias desde su nacimiento. Los que ofrecieron corazón y alma a su deber. Los pocos que tenían el trasfondo que podía convencer a cualquiera de su valía para ser los únicos que podían blandir un inmenso poder.
Si uno solo podía blandir una espada mediocre, significaba que la necesidad era débil en ellos. Significaba que no tenían que arrojar sus vidas por cosas sin valor como el destino, la tragedia o el deber.
“Tiat dijo que quería una espada tan fuerte como Seniorious, ¿sabes? Que quería ser lo suficientemente fuerte para tomar el lugar de Chtholly.”
“Sé muy bien cómo se siente, pero parece que eso no va a pasar,” dijo Willem con una sonrisa irónica mientras tomaba una taza de té. Tomó un sorbo. Parecía un poco más amargo de lo que normalmente tomaba en la habitación de Nygglatho. Él no sabía mucho sobre té, pero imaginó que ella debió cambiar las hojas o algo. “No es fácil conseguir su aprobación. Es por eso que estoy aquí ahora.”
Sintiendo un espacio en la conversación, Willem trajo un tema que le vino repentinamente a la mente: su anterior plática con Chtholly. Cuando terminó, Nygglatho estalló en risas. “No creo haber dicho ninguna broma.”
“L-Lo sé, es por eso que es gracioso.” La voz de Nygglatho tembló por la risa. “Realmente puedes ser raro a veces, aunque no es como si no lo supieras.”
“No lo entiendo…”
“Ella estaba feliz porque dijiste que la tratarías de la misma forma que a mí,” finalmente calmándose, Nygglatho explicó mientras limpiaba sus ojos.
“¿Por qué estaría feliz por recibir el mismo tratamiento que un Troll?”
“Soy la rival amorosa que más le preocupa. Si recibe el mismo tratamiento que yo, eso significa que está siendo tratada como un adulto, ¿verdad?”
“Ah, ya veo.” Willem tomó un bollo, le untó un poco de mermelada de durazno y lo llevó a su boca. Era bastante dulce, pero fue de alguna forma neutralizado por el sabor amargo del té que aún permanecía en su boca. Estaba un poco impresionado por los arreglos de Nygglatho. “Espera… ¿rival amorosa?”
“Tu reacción es un poco lenta.”
“Fue tan inesperado que me tomó un tiempo procesarlo. ¿Entonces qué? ¿Chtholly piensa que vamos a terminar juntos o algo?”
“Bueno, podrías haberlo hecho un poco más elaborado, pero si, esa es la idea.”
“Ya veo. Creo que lo entiendo ahora.” Él mordió su bollo. “Es cierto que eres la única mujer adulta por aquí… supongo que parecería algo natural desde la perspectiva de una chica de su edad.”
“Hmm… es más o menos correcto, pero hay un punto que deberías corregir.”
“¿Qué cosa?”
“No necesitas decir ‘una chica de su edad’. Yo también comparto esa perspectiva.”
Sin entender inmediatamente lo que ella quiso decir, Willem pensó por un momento. Mientras lo contemplaba, tomó inconscientemente un sorbo de té.
“Tengo una opinión bastante elevada de ti.”
Willem se ahogó. Todo el amargo té se fue por el camino equivocado, obstruyendo su respiración.
Mirando a Willem retorcerse en agonía con una sonrisa, Nygglatho apoyó su barbilla en sus manos entrelazadas y continuó. “No me importaría estar con alguien como tú. Lo digo en serio. Tienes un futuro prometedor, hablas mal de los Trolls pero tienes buen corazón, ya sabemos que respetamos el trabajo del otro, te gustan los niños, tenemos gustos similares, ambos somos sin marcas, tu rostro no está nada mal, pareces alguien que puede controlar a mi padre cuando se embriaga, y sobre todo pareces delicioso. ¿Ves? Eres un excelente candidato.”
“Espera un minuto. Creo que hubieron un par de cosas extrañas en esa última parte.”
“¿Entonces eso significa que la primera parte era cierta?”
No… o al menos, ese no debería ser el caso, pero Willem no pudo encontrar las palabras correctas para objetar.
“Además, se dice que las razas demoníacas son una ramificación de los Emnetwyte, así que nuestras razas deberían ser bastante cercanas. Eso significa que tal vez sea capaz de darte una familia que lleve tu sangre. Y no puedo pensar en una razón más adecuada para que continúes viviendo en este mundo que si tuvieras hijos propios. Si fuera capaz de hacer algo para darte felicidad en cinco o diez años, entonces eso también me haría feliz. Esa es la razón número uno de por qué no me importaría estar contigo.”
Willem no podía aceptar sinceramente sus palabras. Sin embargo, una cosa era clara: Nygglatho hablaba en serio. Su rostro travieso y tono juguetón eran simplemente la forma en que Nygglatho escondía sus verdaderas emociones.
“Bueno, ahora mismo hacer feliz a Chtholly es más importante para mí, así que no planeo actuar por ahora. Entonces, como sea, es por eso que le preocupo tanto a Chtholly. ¿Ahora lo entiendes?”
“Déjame hacerte una pregunta despreciable.” Revolcándose en odio a sí mismo, Willem gruñó.
“¿Qué cosa?”
“¿Puedo pretender que no escuché nada de lo que acabas de decir?”
“Eso realmente es despreciable. Pero, está bien por mí.” Nygglatho rió.
Ella no mostró señales de que sus sentimientos fueran heridos, pero a pesar de eso Willem ya no pudo obligarse a mirarla a los ojos.