Capitulo 10
Si tuviera que ser comparado, era como la mitad de un denso bosque con gruesos árboles. O tal vez, un laberinto que fue dejado sin un cuidador por varios miles de años.
Si un Humano fuera a visitar este Laberinto Moul, probablemente tendría tal impresión.
Hiedra y plantas cubrían las subterráneas paredes de piedra.
Raíces de árboles sobresalían de las paredes como para suprimirlas.
Es este lugar subterráneo, ese tipo de cosas entraron en el campo de visión de Nino.
Sin embargo, Nino no mostró ninguna reacción a eso.
Probablemente, era un laberinto donde el Majin usó poder mágico para aplicar forzosamente decoraciones para mostrar sus preferencias.
Sin decir ninguna razón que solo se añadiría a la lista de posibles razones, ella no sentía que existiera la necesidad de entenderlo.
“¡¿Es un invasor?!”
“¡¿Es un invasor?!”
“¡¿Es una mujer?!”
Mientras daban gritos inútiles, tres Goblins saltaron del cruce por delante.
Blandiendo espadas de hierro oxidadas como para parecer intimidantes, ellos unánimemente gritaron cosas.
No había duda de que esos Goblins eran Goblins empleados en este Laberinto Moul.
Aunque era bueno que les fueran entregadas espadas de hierro que no les quedaban, tal vez fueron negligentes con el mantenimiento, o tal vez simplemente eran incapaces de entender el método de mantenimiento… probablemente era algo como eso.
Por otra parte, incluso si tuvieran espadas de hierro brillantes, eso no cambiaría el destino de los Goblins.
En ambas manos, las espadas de Nino brillaron.
“En el camino. Es igual incluso si se resisten. Serán destruidos.”
Ella no dejó de moverse hacia adelante.
Ella no bajó la velocidad.
No había ni una pizca de indecisión.
Nino caminó y pasó por las aperturas entre los Goblins que estaban gritando, haciendo *kii kii*.
Una briza pasajera, y una luz centellante.
Nino pensó que estaban parados justo en los lugares correctos.
Su mano derecha e izquierda, ella hizo un pequeño balanceo con cada una.
Con solo eso, las cabezas de los tres Goblins bailaron en el aire. Junto con el sonido de sus espadas curvas siendo envainadas, los cadáveres de los Goblins colapsaron en el suelo, pero Nino no sentía nada sobre eso.
Si estaba al nivel de Goblins, ya que morirían sin duda si sus cabezas volaran, ella no sentía la necesidad de molestarse en darse la vuelta para revisar.
“Los Goblins de hace un momento vinieron de la derecha… en ese caso, es por la izquierda.”
Mientras murmuraba eso, Nino giró a la izquierda en el cruce.
Incluso si alguien fuera a pedirle que explicara cómo llegó a esa conclusión, Nino no sería capaz de hacerlo.
Las palabras que acababa de murmurar, no eran más que algo como ‘se siente correcto’.
Sin embargo, Nino era una joven mujer que se movía dejando todo a su instinto.
Simplemente era algo así.
“Nn, una escalera.”
Con una sonrisa satisfecha, Nino bajó por las escaleras.
El nivel al que descendió, como esperaba, no era diferente al nivel superior en absoluto.
Por otra parte, incluso si hubiera cambiado, no habría cambio en la expresión disgustada de Nino.
*Kotsun kotsun*
Nino caminó sin intención alguna de esconder sus retumbantes pisadas.
Sin prestar atención en absoluto a sus alrededores, continuó sin prestar atención a las hiedras y árboles que interrumpían antinaturalmente los pasajes.
A causa de eso, no notó la trampa mágica que fue colocada para mandar a los intrusos al olvido.
En el centro del pasaje–
En el momento en que Nino puso su pie allí, una alarma sonó haciendo *bii, bii* resonó, y cosas que parecían lanzas hechas de piedra salieron volando de las paredes hacia Nino.
Era una trampa mortal pensada para enterrar a aquellos que llegarán hasta aquí.
Los Beastia que se enteraron de su activación con el sonido de la alarma se reunieron.
“Otro idiota fue atrapado.”
“Un muro tan antinatural, incluso yo pensaría que es sospechoso.”
Poseyendo cabezas de lobo y cuerpos con pelaje parecido al de los lobos, los Beastia se aproximaron a la trampa mientras decían tales cosas.
Sus armaduras de cuero y espadas de hierro eran, como se esperaba, bienes proveídos por el amo del Laberinto Moul al igual que los que tenían los Goblins.
Equipados con ese equipamiento bien mantenido, los Beastia llegaron al lugar pensando que era extraño que no hubiera olor a sangre… y dejaron salir voces sorprendidas.
“¡¿Qué demonios es eso?!”
“… Nn, en el camino.”
El murmullo de Nino entró en los oídos de los Beastia que tenían rostros perplejos.
Lo que se encontraba ahí era la figura de Nino sin una sola herida.
Y, incontables piedras dispersadas por los alrededores.
Incluso los Beastia entendieron que ella no esquivó las lanzas.
Sin embargo, fueron incapaces de entender lo que hizo.
La razón por la que los Beastia se reunieron no era otra que encargarse del cadáver.
No era para mirar tal espectáculo ambiguo.
A causa de eso, ni uno solo de ellos pensó en desenvainar sus espadas.
“Tú, ¿qué fue lo que, hiciste?”
“Cortarlas.”
Con esas palabras, el Beastia de cabello negro que estaba al frente finalmente entendió lo que ella había hecho.
Ella cortó la trampa.
Ella cortó las incontables lanzas que fueron lanzadas a alta velocidad que normalmente lo dejarían a uno cubierto de hoyos.
Las incontables piedras que estaban esparcidas por el suelo mostraban que no era un engaño.
Esos eran los restos de las lanzas.
Incluso si se les dijera que hicieran lo mismo en la misma situación, los Beastia no deberían ser capaces de hacerlo.
“… Aulokk.”
El Beastia lobo de cabello negro– Aulokk le anunció eso a Nino.
“Yo soy, Aulokk. ¿Tú eres?”
“Nino.”
Como si estuviera loco por algo, Aulokk se acercó a Nino.
Las espadas curvas que estaban en las manos de Nino brillaron.
Mientras los otros Beastia dieron un paso atrás por miedo a ellas, solo Aulokk se acercó más a Nino con pasos inestables.
Y así, se paró justo frente a Nino.
Mientras los otros Beastia tragaban con nerviosismo, Aulokk se arrodilló.
Y entonces, mirando a Nino, Aulokk gritó como si estuviera delirando por la fiebre.
“Nino… Nino. ¡Me he enamorado de ti, te amo! ¡Por favor sé mi compañera!”
“No quiero.”
Mientras los otros Beastia estaban solidificados por la impactante confesión, Nino pateó la barbilla de Aulokk.
Aulokk voló boca arriba, y cayó con una postura extendida.
Sin embargo, se levantó inmediatamente, y se aferró a los pies de Nino mientras seguía apoyado en sus manos y pies.
“¡¿Por qué?! ¡No es por presumir, pero cuido mi pelaje con jugo de naranja todos los días! ¡Incluso presas, conseguiré muchas para ti! ¡Incluso mi pelaje, es negro sin una pizca de nada más!”
“No quiero.”
Mientras era pisoteado bajo su pie, Aulokk gritó con ojos llorosos.
“¡Entonces comencemos siendo amigos! ¡No, incluso ser conocidos está bien! ¡Por favor!”
Con la palabra ‘lamentable’ viniendo a su mente, Nino finalmente quitó su pie de ahí.
Justo en ese momento, Aulokk usó toda la fuerza de su cuerpo para levantarse.
“¡Así que logré que entendieras!”
Nino apuntó su dedo a Aulokk que tenía una gran sonrisa en su rostro de lobo.
“No sé. Pero, si juras lealtad al Rey Demonio-sama, no te destruiré, tal vez.”
“¡Si lo juro, ¿serás mi compañera?!”
“No lo seré.”
“¡¿Qué tal amiga?!”
“No lo seré.”
“Qué tal conocida…”
Ahí, la mirada de Nino deambuló como pensándolo… y entonces murmuró unas cuantas palabras.
“Bueno, eso está bien.”
Aunque implicó un sentimiento de ‘aunque no será nada más que eso’, ella respondió así.
Después de que Aulokk apretó su puño en celebración sin notar sus verdaderas intenciones, mostró sus feroces colmillos a los otros Beastia que aún estaban perplejos.
“¡Hey, maldita sea! A ustedes también más les vale escuchar lo que dice mi Nino– guu.”
Siendo pateado entre sus muslos, Aulokk se derrumbó y comenzó a retorcerse y temblar.
Cuando Nino pisó a Aulokk, ella preguntó a los Beastia mientras seguía expresando una mirada de disgusto.
“Ya que es interesante, tal vez Nino los respalde con el Rey Demonio-sama. ¿Qué harán?”
Los Beastia murmuraron.
Sin embargo, ellos ya habían perdido la voluntad de oponerse a ella.
Un total de doce Beastia.
Todos ellos cambiaron de bando como subordinados de Nino.