Parte 2: Ataúd de carámbanos
Eso probablemente fue un sueño, pensó Chtholly tan pronto como despertó. Esa parecía ser la única explicación posible. ¿Una propuesta de matrimonio? Incluso si el mundo estuviera de cabeza, esas palabras nunca saldrían de la boca de Willem. Simplemente parecía demasiado irreal.
Pero tras preguntar a Nopht y Rhantolk sobre lo de ayer, ella recibió respuestas como ‘dejé que tomara prestadas nuestras espadas ya que lo pidió’ y ‘él volvió de tan buen humor que fue espeluznante’, lo cual solo ayudó a difuminar más la distinción entre la realidad y el sueño. ¿Qué demonios fue lo que pasó?
“¿Pasó algo con ese Emnetwyte?” Preguntó Rhantolk.
“N-N-N-N-Nada de lo que preocuparse,” respondió Chtholly en un tono de voz muy natural. Por supuesto, ella no podía simplemente decir ‘creo que me propuso matrimonio pero no estoy segura de sí fue un sueño o no’. Hacer eso solo le conseguiría una risa explosiva de Nopht y una mirada fría de Rhantolk.
Preguntarle directamente a Willem parecía ser la única opción viable. Hey, tu. ¿Ayer me propusiste matrimonio? Pensándolo de nuevo, tal vez no. Definitivamente no. Después de todo, su memoria había estado actuando raro recientemente, así que probablemente era seguro asumir que fue solo un sueño.
“¿Qué crees que es la felicidad?” En su lugar, Chtholly intentó preguntar a Rhantolk la pregunta que repentinamente le había venido a la mente.
“Una pregunta bastante filosófica. ¿Planeas iniciar una religión o algo?”
“No, solo estoy pensando en algo personal.”
“Ya veo.” Rhantolk cerró el libro que había estado leyendo y puso un rostro pensativo. “Bueno, para empezar, la felicidad es diferente para cada persona. Algunos son felices mientras tengan suficiente comida. Algunos son felices si tienen libros. Algunos siempre tienen que estar viviendo su vida al máximo. Algunos solo sienten esa satisfacción cuando sobrepasan alguna barrera. Algunos son felices siempre que otros a su alrededor sean felices, e, inconvenientemente, algunos son exactamente lo opuesto.”
“… eso es verdad.”
Existen todo tipo de personas. Todo tipo de corazones y mentes. Todo tipo de deseos. Eso significa que la felicidad puede tomar un número ilimitado de formas. Parecía obvio ahora que Chtholly lo pensaba.
“Pero casi ninguna de esas personas lo sabe. No sabes qué forma toma su propia felicidad. Aun así proclaman que quieren ser felices, sin saber exactamente lo que eso significa.”
“Ah…”
“Incluso si se dan cuenta de que quieren ser felices, son incapaces de realmente ser felices. Lo importante es no apartar tus ojos de tu propio corazón. ¿Eso responde tu pregunta?”
“Sí.” Para ser honesta, Chtholly realmente no había esperado una respuesta tan detallada y se sentía un poco rara por eso, pero por supuesto, ella no podía mencionar eso. “Gracias.”
Chtholly se dirigió a la cafetería para desayunar. A petición de Willem, las hadas ahora eran capaces de usar la cafetería que todo el resto de la tripulación usaba. Chtholly invitó a Rhantolk a que fuera con ella, pero se rehusó en base a que ella no se sentía cómoda en lugares donde hubiera muchos extraños. Chtholly no estaba de humor para arrastrarla forzosamente, así que acabó yendo por su cuenta.
¿Qué significa la felicidad para mí? Chtholly volvió a preguntárselo, habiendo recibido nuevas ideas de Rhantolk. Ella se imaginó colocando una dulce rebanada de limón hervido sobre un pan y mordiéndolo. La estimulante mezcla de dulce y amargo esparciéndose por su boca… pura felicidad. Sí que parecía felicidad, pero eso probablemente no era lo que buscaba.
No tener ambiciones, o tal vez intentando no tener ambiciones, era bastante común entre las hadas. Después de todo, ellas simplemente no tenían el tiempo. Para alguien que no sabe siquiera si estará vivo mañana, tener sueños a futuro solo puede traer tristeza. Ahora, aunque Chtholly ya no era propiamente un hada, el mismo principio aún se aplicaba a ella.
Pero Willem se rehusaba a aceptar tal resignación. Incluso si alguien tenía un mañana incierto, él les diría que mantuvieran la cabeza en alto y corrieran hacia el día después de mañana. Tal vez era incluso un poco cruel, pero a Chtholly le gustaba esa parte de Willem. Ella ahora no podía escapar.
Medicina con espinas. Un geco con ojos redondos. Productos horneados empapados con agua.
Imágenes aleatorias inundaron su mente. Aunque se había ralentizado recientemente, la invasión parecía seguir moviéndose sin problemas. Tal vez ella debería deprimirse más por recordar constantemente que no tenía futuro, pero Chtholly ya se había acostumbrado a ello. Agitando su mano para ahuyentar las molestias en su mente, ella retomó su tren de pensamiento.
Tal vez el matrimonio era la clave después de todo. Un libro que leyó decía que el matrimonio es sinónimo de felicidad para la mujer. Ya que ella no conocía a ninguna mujer casada, Chtholly realmente nunca estuvo convencida de eso, pero tal vez valía la pena considerarlo. Ella recordó ese extraño plan que Nygglatho le había contado el otro día. Su plan para atrapar a Willem en el almacén de hadas para siempre dándole una familia o algo como eso.
Chtholly entró en modo delirio. El escenario era el almacén de hadas, diez años en el futuro. Willem había envejecido un poco… ella realmente no podía imaginar eso… tal vez algo de vello facial bastaría. Junto a él, una Chtholly de aspecto muy adulto. Entre ellos había niños de raza cuestionable. Dos niños y una niña. Uno de los niños compartía muchas características de Chtholly, mientras que los otros dos se parecían a Willem. Los tres estaban llenos de energía. Si ella les quitaba los ojos de encima por un segundo, ellos saldrían corriendo y volverían cubiertos de lodo. Entonces Chtholly los perseguía, atrapaba, y los metía en la bañera mientras Willem horneaba casualmente un pastel, diciendo algo como ‘la energía es la mejor medicina para los niños’.
La memoria de Chtholly no era la mejor, pero ella sintió que la situación difícilmente difería de la actual. Ella cortó el delirio. Eso tampoco era lo que estaba buscando. Sí parecía una vida feliz, pero no necesariamente más feliz que la actual.
Una niña pelirroja rodando en el suelo mientras ríe.
¡Cierra la boca, vida anterior! Gritó mentalmente Chtholly. No tengo tiempo para lidiar contigo ahora.
“¿Por qué estás haciendo caras raras a ese pedazo de pan?” Aparentemente, Nephren había estado sentada junto a ella desde quién sabe cuándo. “Has estado actuando algo espeluznante desde hace varios minutos.” El pan se atoró en la garganta de Chtholly. Leche. ¿Dónde está la leche? “¿Willem te dijo algo?” La leche bajó por el camino equivocado. “… tomaré eso como un sí.”
Después de un buen ataque de toz, Chtholly finalmente se calmó un poco. “¿Q-Qué te hace pensar eso?”
“Cualquiera se daría cuenta solo viéndote.” La respuesta de Nephren no dejó espacio para replicar. “Pero es por eso que estoy preocupada,” continuó ella mientras partía un pedazo de pan.
“¿Sobre qué?”
“Últimamente, Willem y tu parecen gatos perdidos.”
… ¿huh?
“Parece que no quieres hablar sobre ello, así que no preguntaré por los detalles, pero algo pasó desde que tu color de cabello comenzó a cambiar, ¿estoy en lo cierto?”
“Hm… supongo.”
“Si alguna vez quieres hablar sobre ello, no dudes en venir conmigo, puede que no sea capaz de hacer mucho, pero al menos puedo quedarme a tu lado.”
Con eso, Nephren dejó de hablar. “Ah… gracias.” Primero Ithea, ahora Nephren. Chtholly realmente tenía amigas asombrosas. Olvidando su situación por un momento, ella fue abrumada por un feliz sentimiento.
Eso probablemente fue un sueño, pensó Willem tan pronto como despertó. Esa parecía ser la única explicación posible. ¿Una propuesta de matrimonio? Incluso si el mundo estuviera de cabeza, esas palabras nunca saldrían de su boca. Simplemente parecía demasiado irreal.
“… o tal vez no.”
Enfrentemos la realidad, se dijo Willem. Allá en esa olorosa habitación, él abrazó a Chtholly y dijo esas ridículas palabras. Él también sabía la razón. En ese momento, pensó que no quería soltarla nunca. Bueno, no exactamente eso. Más bien que nunca la soltaría. No, eso tampoco. Él quería darle felicidad por siempre.
… detengámonos aquí. Mientras más pensaba en eso, más rara era la dirección en la que sus pensamientos comenzaban a vagar.
Había algo más urgente que atender. La asesina de parientes Desperatio. Los seres originales que sirvieron como base para las 17 Bestias. Sumando dos y dos, la respuesta era simple. Y seguramente, aunque ella tal vez no sabía los detalles sobre Desperatio, Rhantolk había llegado a la misma conclusión, lo cual también puede ser una de las razones por las que ella era tan fría con él, un Emnetwyte.
Básicamente, los Emnetwyte fueron modificados de alguna forma para producir a las 17 Bestias. O al menos, esa parecía la hipótesis lógica. Willem no quería pensar mucho más sobre eso. Si fuera verdad, el dicho de que los Emnetwyte destruyeron todo en la superficie tendría un nuevo significado. Ellos no solamente crearon las cosas que destruyeron la tierra, como dice la creencia común, sino que literalmente fueron las cosas que destruyeron la tierra. Y además, aún acechaban al mundo como símbolos de destrucción.
“No, no puede ser…”
Willem podía ver una gran falla en la teoría: no había explicación para la ridículamente alta velocidad reproductiva comúnmente atribuida a las Bestias. No hace falta decir, transformar a un ser vivo en uno completamente diferente toma una considerable cantidad de tiempo y esfuerzo, incluso con habilidades y técnicas excepcionales. Incluso al legendario Vampiric le tomó al menos tres días para convertir sacrificios en uno de los suyos con su habilidad ‘Contagio del Alma’. Las 17 Bestias aparentemente destruyeron unos cuantos países solo unos pocos días después de su primera aparición. No parecía factible.
“Tal vez solo estoy pensándolo demasiado,” concluyó Willem asintiendo.
Y con eso, él ahora tenía una cosa menos de la que preocuparse. Qué más quedaba… oh cierto, su propuesta de matrimonio a Chtholly.
“…”
Willem tenía el presentimiento de que él no sería capaz de mirarla a los ojos por un tiempo.
“Hice enojar al consejero de la expedición,” dijo el Técnico Primero con un rostro triste como el de un niño que fue regañado por una broma.
“Oh, ¿enserio?” Willem respondió, sin entender de qué demonios estaba hablando. “¿Trajimos a un consejero? No recuerdo haberlo visto.”
“Nosotros no, él fue contratado por la Compañía para acompañar a la expedición original. Es un salvador civil. Tiene mucha experiencia, así que realmente quería respetar su opinión, pero…”
“¿Qué pasó?”
“Escuchaste que nos vamos en cinco días, ¿verdad?”
“Sí.”
Willem, que no sentía ninguna atracción particular hacia el ‘romance’ de la superficie, no tenía razones para querer quedarse más de lo necesario. Todavía tenían que revisar el estado de salud de todos los miembros de la expedición, terminar de almacenar todos los bienes excavados, y recuperar cualquier material útil del Saxífraga que dejarían atrás. Todavía había bastante que hacer.
“Debido a restricciones de presupuesto y eso, no podemos extender nuestra estadía más que eso. Sin embargo, si vamos a casa solo con las reliquias que tenemos ahora, terminaremos en un ligero déficit.”
“Ya veo.”
“Así que decidí enviar a un equipo de excavación de gran escala al subterráneo mañana,” dijo el Gremian mientras levantaba su dedo purpura, pareciendo orgulloso de su brillante plan. “Quiero que el ejército maneje los bienes, así que la mayoría de los miembros son de nuestro lado. Haré que los tipos de la Compañía terminen cualquier otro trabajo necesario aquí. Tú– no me molesta si quieres venir pero, ¿qué quieres hacer?”
“Creo que pasaré. Entonces así fue como hizo enojar a ese consejero.”
Por supuesto que el consejero enviado por la Compañía no apreciaría demasiado un plan que solo beneficiaría al ejército.
“No, no es exactamente eso.” Con sus dedos purpuras, el Técnico Primero rascó su calva cabeza. “Él dijo que no fuéramos al subterráneo con un grupo grande a la vez. Que va contra sus teorías o lo que sea.”
“… Me pregunto por qué.”
“No sé. Le pregunté pero no me dijo. Apuesto a que es solo superstición. No todo el mundo piensa lógicamente como nosotros. Siempre habrá gente desdichada que seguirá ciegamente costumbres ilógicas por su estrecha visión del mundo.”
“Ah, ¿entonces asumo que también le dijo eso mismo al consejero? Que precipitado de su parte, Técnico Primero.”
“Así es.” El precipitado Técnico Primero dejó caer sus hombros. “No creo haber dicho nada malo. No es que quisiera denegar su experiencia y creencias. ¿Puedo pedirte que arregles las cosas con él?”
“No me molesta.” Que molestia, pensó Willem. “Por cada cosa que una persona ve como correcta, siempre habrá alguien más que la ve como groseramente incorrecta. Por favor tenga eso en mente.”
“… entendido.” El Gremian asintió con un rostro amargo.
Luego de preguntar a varios trabajadores caminando por los corredores, Willem escuchó que este consejero había sido visto yendo hacia el almacén de equipamiento para expediciones subterráneas. Los cuartos de almacenamiento de equipo estaban localizados hacía el fondo de la nave, y toda el área alrededor era un completo desastre. Willem temía ir ahí de nuevo. Sin embargo, no podía simplemente abandonar su tarea. Levantó la pesada trampilla, descendió por la oxidada escalera, pasó por un cuarto con todo tipo de partes metálicas de origen desconocido esparcidas por todas partes, y se dirigió a las capas inferiores de la aeronave.
De acuerdo al Técnico Primero, este consejero era un salvador civil bastante experimentado contratado por la Compañía de Comercio. Willem intentó imaginarse cómo luciría este personaje, pero cada vez la imagen simplemente acababa siendo Grick o uno de sus compañeros. Después de todo, ellos eran un grupo extremadamente experimentado y habilidoso, habiendo logrado excavar uno de los extintos Emnetwyte e incluso revivirlo.
“¿Está aquí el consejero de la expedición?”
Cuando Willem llegó al cuarto de almacenamiento de equipamiento, abrió la puerta semi-hermética y miró alrededor, solo para encontrar a Grick parado ahí, rodeado de un montón de equipo.
“… ¿oh?”
“… ¿huh?”
Los dos hombres se miraron el uno al otro por un momento, con una atmósfera algo incómoda y difícil de describir entre ellos.
“La siguiente teoría está basada en años de experiencia,” se quejó Grick, ni siquiera intentando esconder su mal humor. “Bueno, admito que algunas veces es fácil dejar que la superstición se mezcle. Hay algunas teorías que parecen verdaderamente cuestionables para mí, como ‘si escuchas el sonido de agua en el subterráneo, baja inmediatamente tus orejas’. Quiero decir, no soy un Ayrantrobos. ¿Qué se supone que haga?”
Bueno, es mejor eso a que te digan que enrolles tu cola, pensó Willem. “Entonces, si esa creencia está basada en experiencia, ¿eso significa que nunca has visto a un grupo grande ir bajo tierra y regresar a salvo?”
“No es una regla absoluta. Pero cuando se llega a las siete personas, la tasa de supervivencia disminuye claramente. Es por eso que los salvadores civiles raramente trabajan en grupos grandes.”
“Ya veo. Ahora entiendo por qué te enojaste,” dijo Willem asintiendo. Había olvidado preguntarle al Técnico Primero exactamente cuántas personas planeaba enviar, pero seguramente no eran menos de siete. “Por cierto, ¿qué es esto?”
“Una capa, bufanda y gafas para protegerte contra el polvo.”
“¿Y por qué estás dándomelos a mí?”
“Hay una tormenta de arena bastante fea hoy. Ir afuera sin equipo adecuado es un poco peligroso.”
“¿Y por qué asumes que voy a ir afuera hoy?”
“Hoy es nuestra única oportunidad de ir al subterráneo,” respondió Grick. “Hay algo que quiero mostrarte. Aunque no podemos traerlo a la superficie, así que tendremos que ir abajo.”
“¿Y por qué tengo que seguirte en esta molesta expedición?”
“Vamos, nunca hubiera pensado que me toparía contigo aquí. Es el destino. Buena suerte otorgada a nosotros por los Visitantes. No quisiera desperdiciarla.”
Willem no entendió la lógica de Grick.
“– Ah, perfecto. ¿Te gustaría venir también, jovencita?” Grick llamó a alguien detrás de Willem.
Suponiendo que Nopht o alguien estaba ahí, Willem se dio la vuelta, solo para descubrir a Chtholly, su espalda hacia ellos, intentando escaparse. Ella se dio la vuelta lentamente con una expresión de pánico en su rostro.
Uh oh. Willem, también recordando los eventos de la noche anterior, desvió la mirada, intentando no mostrarlo en su rostro.
“Si eres su secretaria, apoyarlo es parte de tu trabajo, ¿verdad?” Dijo Grick, completamente ignorante de la tensión entre Willem y Chtholly. “Tres personas es perfecto para ir bajo tierra. Tendremos menos puntos ciegos, y si uno de nosotros comete un error, los otros dos pueden cubrirlo. También podemos dejar apoyo adicional en espera sobre el suelo.”
Mientras hablaba alegremente, Grick tomó otro juego de equipo de protección contra el polvo.
En algún momento en los pasados quinientos años, debe haber ocurrido un movimiento de la corteza terrestre. La estructura subterránea descubierta por el equipo de la expedición parecía casi completamente arruinada. Numerosas paredes y techos habían colapsado, colapsando viejos corredores y abriendo nuevos. Debido a las grietas en las paredes externas, toneladas de arena y agua habían entrado, haciendo los caminos aún más difíciles de recorrer.
Con solo una pequeña lámpara de cristal iluminando su camino, el grupo descendió en las ruinas. Grick los lideró por los caóticos corredores con facilidad, demostrando sus años de experiencia como salvador.
Cada respiración producía una nube blanca de niebla. El aire a su alrededor parecía congelar hasta sus huesos, como si estuvieran caminando por un gigantesco bloque de hielo. Cada vez que bajaban otro nivel, la temperatura bajaba aún más. En el cuarto piso, los charcos de agua en el suelo se convirtieron en parches de hielo sólido. Teniendo que intentar evitar resbalarse constantemente solo lo hacía peor.
“Como ven, prácticamente todo en la superficie se ha deteriorado con los años, así que no es lo mejor para la caza de tesoros. Por otro lado, la mayoría de las cosas aquí abajo se han preservado en su forma original. El verdadero salvamiento comienza cuando bajamos aquí,” explicó Grick.
“Al menos cuatro pisos, con cada uno siendo así de grande, ¿huh? Es difícil creer que tal laberinto estaba justo debajo de mi pueblo natal,” dijo Willem. Él se preguntó si había sido construido mientras vivía en el orfanato o después de que partió a su batalla final. Bueno, no había forma de saberlo ahora, así que tal vez era una pregunta inútil. “¿Vas bien?”
“Sí, estoy bien.”
Willem se dio la vuelta para ver a Chtholly, pero ella no parecía tener ningún problema con la oscuridad o el terreno difícil. No era una gran sorpresa, considerando que ella era una de las pocas que han sido reconocidas por Seniorious.
“Por cierto, Willem. Esas jovencitas…” Comenzó Grick.
“¿Hm?”
“Todas son buenas niñas, justo como me dijiste.”
“Ah.” Willem supuso que Grick estaba hablando de Nopht y Rhantolk. Willem mismo aún no las conocía muy bien, pero Grick ya había estado con ellas en la expedición por un tiempo. Así que si él lo decía, Willem no tenía razón para dudarlo. “No puedes tener a ninguna de ellas.”
“¿Cómo demonios saltaste a eso?” Rió Grick.
“Si quieres a alguna de ellas, primero tendrás que pasar sobre mí.”
“Ya te lo dije, no estaba hablando de eso. Y no te pongas tan serio de repente, me estás asustando.”
“De qué están hablando…” Chtholly rió suavemente, entonces suspiró, dejando atrás una pequeña nube blanca en el helado cuarto subterráneo.
“Esperen, nuestro camino está bloqueado,” dijo Grick.
En su muy estrecho campo de visión iluminado tenuemente por una sola lámpara de cristal, Willem vio la figura de Grick dejando de moverse. Luego de entrecerrar los ojos y observar el camino delante de ellos, Willem divisó una montaña hecha de escombros de varios tamaños. Si intentaban pasar usando fuerza bruta, podrían acabar haciendo que el techo colapse sobre ellos.
“Bueno, esto es desafortunado. Odiaría venir hasta aquí solo para dar la vuelta,” dijo Grick.
“Hasta ahora parecían haber varios caminos alternativos. ¿No hay forma de rodearlo?”
“Los caminos están tan mezclados que tomaría demasiado tiempo revisarlos todos uno por uno. Además, hay un nido de Timere cerca, así que no quiero caminar por ahí demasiado y despertarlos.”
“Ya veo…” Willem pensó por un segundo. “¿Qué clase de nido dijiste?”
“Un nido de Timere,” respondió casualmente Grick. “Se juntan en grupos de diez o veinte y hacen nidos bajo tierra. Normalmente solo duermen cuando están en sus nidos, pero en raras ocasiones uno despierta y ataca si siente a alguien pasando.”
El Timere. La única Bestia capaz de flotar por el aire y asaltar Regul Aire. La mismísima razón para la existencia de las hadas soldado desechables. ¿Sería posible exterminarlas a todas ahora mismo? Willem casi preguntó eso en voz alta, pero cerró su boca antes de que saliera nada. Si un plan tan simple tuviera algún efecto, la Guardia Alada no hubiera estado usando Carillones todos estos años.
¿Deberían Nephren y las demás realizar un ataque sorpresa en el nido mientras tenemos la oportunidad? No, eso también estaba fuera de discusión. Pelear bajo tierra significaría abandonar completamente una de las ventajas más importantes de las hadas: las alas. Además, docenas de Timere con la habilidad de dividirse y reproducirse las superarían masivamente en número rápidamente. Con todo eso en mente, un ataque sorpresa difícilmente les daría alguna ventaja. La única ventaja de su lado en la que Willem podía pensar era que en el espacio cerrado, con todas las Bestias estando concentradas en un solo lugar haría una autodestrucción extremadamente efectiva. Aunque él no quería pensar en eso.
“Um, ¿disculpen?” La voz de Chtholly trajo a Willem de vuelta a la realidad. “En realidad no puedo explicar mi razonamiento pero… ¿podemos intentar ir por este camino?”
Ya que ninguno de ellos quería simplemente dar la vuelta luego de venir tan lejos, decidieron seguir la sugerencia de Chtholly. Mientras caminaban por el interminable y ventoso camino, a menudo se encontraron con bifurcaciones en el camino. Sin embargo, cada vez, Chtholly se quedó inmóvil por un momento, hizo un gesto como si escuchara cuidadosamente, entonces escogía un camino sin dudarlo.
“Siento como si alguien estuviera llamándome,” explicó ella.
Willem se mantuvo escéptico sobre navegar por el complejo laberinto con una brújula tan poco confiable, pero, viendo que no tenían nada mejor para guiarlos, no había razón para detener a Chtholly. Eventualmente, Willem perdió la noción del tiempo. Parecían avanzar por siempre hasta que de repente, llegaron a un gran y espacioso cuarto.
“… ¿enserio?” Murmuró con sorpresa Grick. “Estamos aquí. Esto es lo que quería mostrarte.”
“¿Huh?” Willem miró alrededor. “No hay nada aquí. ¿Qué querías mostrarme?”
“Frente a ti,” dijo Grick.
Willem miró adelante una vez más, pero no había nada más que una pared. No, espera– luego de una inspección más cercana, se dio cuenta que no era una pared sino que un colosal trozo de hielo.
“Al principio casi todo este cuarto era solo hielo, pero cavamos todo el camino hasta aquí después de un poco de trabajo duro,” Grick golpeó el hielo ligeramente con su dedo.
Había algo dentro. Cuando Grick levantó la lámpara de cristal, Willem pudo verlo más claramente. A través del antinaturalmente transparente hielo, divisó algo vívidamente carmesí. Willem tragó saliva.
“… esto…”
“Sorprendido, ¿verdad? Yo también lo estaba cuando lo descubrí. Nunca hubiera pensado que descubriría tal tesoro dos veces en mi corta vida.”
Dentro del hielo había una niña, incluso más joven que las pequeñas del almacén de hadas. Su largo cabello rojo parecía haber estado flotando ligeramente en el viento antes de ser congelado en el tiempo. Willem no podía ver bien los finos detalles de su rostro, pero ella parecía tener una expresión pacífica. Y entonces, en su pecho, había una gran herida de espada. Ignorando eso, ella parecía viva, casi como si simplemente estuviera durmiendo pacíficamente. Pero el cuerpo ante sus ojos era inequívocamente un cadáver.
“No es una conocida tuya de ese entonces… ¿o sí?” Preguntó cautelosamente Grick.
“Ah…” Willem revisó la cara de la niña una vez más. “No, no la conocía. Creo.”
“Entiendo. Su condición es bastante similar a la tuya cuando te encontramos, así que pensé que tal vez significaba algo.”
Grick había estado en la misma situación antes. Cuando Willem era un trozo de piedra congelada en el fondo de un lago, Grick y sus compañeros salvadores lo sacaron y revivieron.
“¿Crees que podemos salvarla, como me salvaste a mí?”
Grick sacudió su cabeza. “Fuimos capaces de salvarte porque fuiste convertido en piedra por una maldición y no estabas realmente muerto. No importa como lo pienses, esta niña murió hace mucho.”
Es justo. Ningún humano sobreviviría con su corazón partido en dos.
“Un segundo.” Willem encendió una pequeña cantidad de Venenum y encendió su visión de hechizo. “Ah, como pensé.”
“¿Hm?”
“Hay alguna clase de maldición en esa herida.” Soportando el palpitante dolor de cabeza, Willem miró más de cerca. Él vio claramente una fuerte maldición tallada profundamente en ese diminuto cuerpo.
“¿Enserio?”
“Enserio. Pero incluso si la levantamos, no creo que vuelva a la vida de todas formas.”
Las maldiciones a veces eran lanzadas en un cadáver. Podían reanimar el cadáver para servir al lanzador, hacer que el cadáver revelara información, o esparcir la maldición a los parientes sanguíneos de la víctima. Pero por supuesto, levantar tal maldición solo transformaría el cadáver maldito en un cadáver, no en una persona viva.
“… ¿hm?”
La maldición parecía familiar. Willem forzó sus ojos para dar una mirada aún más cercana. Parecía una maldición de alteración ortodoxa– el tipo que podría transformar a una persona en rana o un metal en piedra o cosas como esas. La forma en que las líneas de hechizo se retorcían y entrelazaban le daba esa impresión. Sin embargo, él aún no podía recordar dónde había visto esa maldición. Su palpitante dolor de cabeza también estaba comenzando a impedir su pensamiento. Willem desactivó su visión de hechizo.
“Estaba pensando que podríamos enterrarla en un mejor lugar… pero si el cuerpo está maldito supongo que disiparla viene primero,” dijo Grick.
“¿No vas a venderla a un coleccionista o algo así?”
“Eso simplemente me parece mal. Se ve tan tranquila durmiendo ahí, así que no quisieras interrumpir eso, ¿verdad? Es lo más humano.”
Cuando Grick usó la palabra ‘humano’, fue extrañamente persuasivo. Willem miró a la chica una vez más. “Bueno, de cualquier forma primero tenemos que sacarla de ese hielo. Este tipo de maldición preserva la condición del cuerpo, así que incluso si la sacamos del hielo no debería podrirse ni nada.”
Repentinamente, un escalofría recorrió la espalda de Willem.
“¿Hm?”
Solo un momento más tarde, un inexplicable terror surgió desde las profundidades de su estómago. Él buscó salvajemente alrededor por la causa. La encontró rápidamente: Chtholly estaba congelada pareciendo aterrorizada, mirando fijamente a la chica dentro del hielo. Y además, Willem podía sentir Venenum fluyendo furiosamente fuera de su cuerpo.
“Qu–”
Mientras miraba a Chtholly en shock, los restos azules en su cabello se transformaron rápidamente en exactamente el mismo escarlata que vieron en el hielo. Chtholly Nota Seniorious estaba desapareciendo frente a los ojos de Willem.
“¡¿Chtholly?! ¡¿Qué estás haciendo?!”
Él tomó los hombros de Chtholly y la sacudió violentamente. La abofeteó una y otra vez. Pero su Venenum se rehusaba a calmarse. Su mirada parecía vacía. Si tenía o no conciencia era incierto. Si Willem no actuaba ahora, sería demasiado tarde. Él formó una cuña con su mano y la clavó en el pecho de Chtholly, junto a su corazón. Su expresión inmediatamente se retorció en agonía. El ataque de Willem había desordenado su flujo sanguíneo, aplastó sus pulmones, y dispersó su ardiente Venenum. Su vaga conciencia fue forzada a regresar a la normalidad.
“¡Lo siento, lo explicaré más tarde! ¡Tenemos que volver a la superficie!”
“Ahh, claro claro.” Grick, completamente estupefacto pero lo suficientemente inteligente para inferir lo que estaba pasando, asintió rápidamente y comenzó a liderar el camino de vuelta a la superficie.