Capitulo 9
El Salón del Trono era el lugar más hermoso dentro del castillo.
Vermudol se sentó en el trono, e hizo un rostro que parecía estar pensando en algo.
“Entonces, Rey Demonio-sama. ¿Qué está haciendo?”
Vermudol asintió a las palabras de Raktor.
“Ahh, estaba pensando en buscar una solución para resolver problemas aparte de una pelea a puñetazos.”
“No me vaya a decir que con una discusión.”
“Yo no diría algo como eso.”
Mientras respondía así, Vermudol hizo trabajar su cerebro.
Cosas que requerían herramientas fueron naturalmente rechazadas. Estaría bien pensar sobre esas después de esto, pero sería un poco difícil probarlas aquí y ahora.
En ese caso, algo que fuera lo más simple posible y que no necesite herramientas sería bueno.
“Tiene que ser… Janken.”
“¿Janken… dice?”
Vermudol estiró una mano por las palabras de Fainell que parecían salir con signos de interrogación.
Primero, hizo un puño apretado firmemente.
“Piedra.”
Desde ese estado, irguió dos dedos.
“Tijeras.”
Y entonces, abrió toda su mano.
“Papel.”
Mientras repetía esas acciones, Vermudol comenzó con su explicación.
“La cosa llamada Janken es algo donde los enfrentamientos son decididos a través de estas tres acciones.”
Así es, eso era todo lo que era Janken.
Ya sea piedra, tijeras, o papel serían presentados al mismo tiempo diciendo “Janken, pon”.
Piedra vence a tijeras, tijeras vence a papel, y papel vence a piedra.
En casos cuando sale la misma mano, es un “Empate”, y el enfrentamiento se hace de nuevo.
No existía algo que pudiera ser llamado la mano más fuerte, y era posible un enfrentamiento justo.
Ya que las reglas también eran simples, seguramente era apropiado para ser introducido como la primera medida.
“Bien, entonces Raktor y… Orel. Inténtenlo.”
“Ou.”
“¡Geh!”
En contraste a Raktor que asintió, Orel retrocedió notablemente.
Viendo su estado, Vermudol sonrió irónicamente.
“Orel. Este es un juego pacífico. No habrá ningún tipo de problema.”
“Sería bueno si fuera verdad…”
Pareciendo reacio, Orel enfrentó a Raktor.
Orel también tenía una complexión grande, pero comparado a Raktor, uno no podía negar la impresión de que él parecía pequeño.
“Bien, entonces, por favor comiencen.”
A la señal de Vermudol, Raktor y Orel tomaron posturas como para esconder sus puños.
“Janken… ¡Pon!”
Junto con un pacífico grito que podría sonar idiótico, Orel, que sacó papel, repentinamente voló por el aire.
Justo debajo de él, Raktor, que había sacado un puño… o más bien piedra, había tomado una postura como de uppercut pareciendo satisfecho.
Después de seguir a Orel, que había caído y ahora estaba recostado en el suelo, con sus ojos, Vermudol suspiró profundamente.
“… Orel es el ganador.”
“¡¿P-Por qué?!”
“Es porque tu tenías piedra y Orel tenía papel…”
Pensando “así que realmente no entendió las reglas”, Vermudol dejó caer sus hombros.
Fue ahí que Altejio, incapaz de simplemente seguir viendo la situación, dio un paso al frente.
“Escucha, Raktor. Piénsalo de esta forma. Piedra es algo como magia. Papel es un escudo que defiende contra eso, y tijeras es algo como una espada que atraviesa ese escudo.”
“Piedra es magia… huh.”
Viendo a Raktor que estaba mirando a su puño apretado y murmurando como si de alguna manera hubiera entendido las cosas, Vermudol se sintió aliviado pensando que las cosas finalmente funcionarían de alguna manera.
Siendo uno de los Cuatro Generales Cardinales, la compostura de Altejio era extremadamente valiosa.
“Bien, entonces los siguientes son Fainell y Sancreed.”
“Entendido.”
“Sí.”
Haciendo lo que se les dijo, Fainell y Sancreed pasaron al frente.
Ya que ambos eran personas que podían tomar decisiones con calma hasta cierto punto, incluso en la remota posibilidad de que Fainell se comportara imprudentemente, entonces Sancreed debería estar bien, ese fue el plan que tenía al formar ese par.
“Janken… ¡Pon!”
Era como si estuvieran blandiendo espadas.
Las tijeras de alta velocidad de Fainell apuntadas al cuello fueron interceptadas por las tijeras de Sancreed, con un increíble sonido como *giin*.
“Una vez… ¡Más!”
*Giin, giin* Con una velocidad que los ojos normales no podían seguir, se desarrolló una ofensa y defensa de tijeras.
Era una severa batalla de tijeras en la que ninguno cedería ni un paso.
Fainell y Sancreed expresaron sonrisas que mostraban que reconocían la fuerza del otro.
“De acuerdo, esperen. Paren.”
Con las palabras de Vermudol, Fainell y Sancreed se separaron.
“¿Qué demonios fue eso? Más bien, usaron refuerzo mágico, ¿verdad?”
“Como se esperaba de usted, Rey Demonio-sama. Así que lo notó.”
Olvida eso de notarlo, con sonidos increíbles como esos resonando a pesar de usar las manos, cualquiera lo notaría.
“Aunque creo que les dije que jugaran Janken.”
“Sí. Fue un buen enfrentamiento.”
“… Bien por ustedes.”
“¡Sí!”
En respuesta a Fainell que expresó una sonrisa como si estuviera feliz desde el fondo de su corazón, Vermudol suspiró profundamente.
Así es, así son las cosas.
Ella era la única mujer entre los Cuatro Generales Cardinales, pero Fainell también era un Mazoku cerebro de músculo. Ella no era muy diferente de Raktor.
“Entonces, ¿por qué tú también te portaste así, Sancreed? Entendiste las reglas, ¿verdad?”
“Sí.”
“En ese caso, ¿por qué se convirtió en una pelea de espadas?”
En respuesta a Vermudol que lo fulminó con la mirada, Sancreed respondió con un rostro despreocupado.
“Si ella deseaba hacer una carga inicial desde el frente, entonces responder a eso sería la disposición correcta, ¿no es así?”
“Ah–, claro. Bien, lo entiendo. Pero entiendes las reglas, ¿verdad…?”
“Sin problema.”
Viendo a Sancreed asentir, Vermudol repentinamente sintió la fatiga mientras que de alguna forma se alegró.
A este paso, nada iba a cambiar.
“Entonces… Sancreed y Altejio. Por favor inténtenlo.”
Con las palabras de Vermudol, Altejio y Sancreed se enfrentaron.
“Janken… ¡Pon!”
Altejio tenía tijeras.
Sancreed tenía piedra.
La victoria era de Sancreed.
“Fumu, así que perdí.”
“Es porque usas una espada. Yo simplemente intenté apostar por la posibilidad de que sacarías tijeras.”
“Ya veo, eso ciertamente es correcto.”
Viendo a los dos dar calmadamente sus impresiones, Vermudol murmuró “Finalmente…”
“Esta es la forma correcta de jugar Janken. Todos, me gustaría que lo esparzan entre sus subordinados como un nuevo método de solucionar problemas… ¡Y ese es el final de esta reunión!”
Con las palabras de Vermudol, los Cuatro Generales Cardinales se inclinaron y salieron del Salón del Trono.
Después de verlos marcharse, Vermudol se deslizó por el trono.
“… Cómo fue que las cosas terminaron así con algo como Janken…”
“Aunque puede ser presuntuoso de mi parte.”
Mientras le pasaba un vaso lleno de agua a Vermudol, Ichika susurró.
“Si hubiera llevado a cabo una demostración usándonos a Nino y a mí, creo que se hubiera logrado mucho más rápido.”
“… Dime eso mucho antes.”
En respuesta a Vermudol que bebió el agua con descontento, Ichika expresó una pequeña sonrisa y respondió.
“Es solo que quedarse callada parecía más interesante.”
“… Que buena maid eres.”
Ichika no se perturbó en lo más mínimo por el sarcasmo de Vermudol.
“Recibir su halago es un gran honor.”
Recuperando el vaso, Ichika dio las gracias.