
Parte 3: El Quasi Brave que regresó a casa
Tres días pasaron en un parpadeo.
No ocurrió nada particularmente inusual durante ese tiempo. Al menos, Willem no pudo ver ni un problema directo, como que en el orfanato repentinamente se diera una sangrienta tragedia o que los niños lo insultaran con odio.
Almaria corrió por toda la casa con la misma energía de siempre.
«Estoy en caaaasa.»
¡Bienvenido de vuelta! Oh cielos, estás cubierto de lodo- déjame buscar una toalla.
«¡Hermana, tengo que hacer pis!»
Está bien, está bien, solo aguanta, ya voy.
«¡Tengo hambre! ¡Quiero algo de comer!»
¡Recién almorzaste! Tienes que esperar.
Para adelante y atrás, arriba y abajo, aquí y allá, ella corrió y corrió.
Willem, sentado en el patio delantero con un clavo de hierro entre sus dientes, la miró distraídamente desde lejos.
«Bueno… Al menos le va bien,» murmuró, golpeando con su martillo. Hubo un sonido seco.
«¿Qué estás haciendo?»
Él levantó la cabeza la escuchar la voz, y vio a Nephren parada a su lado.
«Exactamente lo que crees que hago. Estoy reparando la cerca.»
«No. Estabas mirando a Almaria. Estabas sonriendo.»
«La estaba cuidando con cariño.»
«Mm-hmm.»
Con una expresión que hacía difícil decir si le creía o no, Nephren simplemente se sentó detrás de Willem. Se apoyó en él y abrió un libro que debió tomar prestado de alguna parte del orfanato.
«Hey. No puedo trabajar así.»
«No te muevas,» ordenó ella.
¿Qué demonios? Así se sintió mientras bajaba la mano que sostenía el martillo.
«… Te has vuelto bastante buena con el lenguaje.»
«Una vez estudié las letras de la superficie con Rhan. Ya sabía un poco de gramática y algunas palabras. Así que solo escucho mucho. Y hablo mucho.»
«Aunque normalmente eso es una molestia.»
Willem sonrió irónicamente recordando los problemas que pasó para aprender el lenguaje común de las islas.
Y dejando de lado lo de escuchar, él realmente dudaba que Nephren estuviera poniendo en practica lo de «hablar mucho».
«Puedes usar el lenguaje común cuando hablas conmigo, ¿sabes?«
«No.»
Para aclarar su punto, él hizo la oferta en el lenguaje común de las islas, pero ella lo rechazó de inmediato.
«El truco de aprender un nuevo lenguaje es usarlo tanto como puedas. Es posible olvidar todo de inmediato si vuelves a hablar en un lenguaje familiar.»
«Vaya que eres seria.» Suspiró. «Probablemente hubieras podido descifrarlo mucho más rápido usando este talismán de comprensión de lenguaje. Aunque por alguna razón no me lo puedo quitar.»
«Puedes quitártelo, pero no lo quiero. La conveniencia es el enemigo del crecimiento.»
«Wow, enserio eres muy seria.»
Ante él se encontraba la cerca en la que estaba trabajando. En su mano derecha había un martillo, en su izquierda, un clavo. En su espalda la calidez de Nephren. Sus ojos vagaron hacia el cielo, y respondió distraídamente.
«No es necesario que te esfuerces tanto en aprenderlo, ¿sabes? Cuando salgamos de este mundo, nunca vas a volver a usar el lenguaje.»
«Pero puedo usarlo hasta entonces, ¿no?» Dijo Nephren mientras pasaba la página. «Dijiste que íbamos a esperar a que el enemigo comience a jugar con el mundo y a cambiarlo. Lo que significa que debería tener mucho tiempo para usarlo.»
Él si había dicho eso. Pero en ese momento, no creyó que fueran a estar esperando tanto tiempo. Pensó que solo sería medio día o algo así.
«Y hay algo que me molesta.»
«… ¿que te molesta?»
Su gramática estaba algo mal, pero él entendió lo que ella quería decir. Se iba a dar la vuelta para preguntar, pero parecía que ella se iba a caer si lo hacía, así que se quedó como estaba.
No podía ver la expresión de Nephren.
«Si este es tu sueño, entonces las cosas que no sabes no deberían estar aquí.»
«Sí, supongo.»
Se escuchó otra página pasando.
«¿Sabías que para el año… 1030 del calendario Imperial, en las doce tribus que pertenecen a la Federación de las Arenas Occidental de Ga… Garma… Garmando, había sobrevivientes de la familia real?»
«Uh… ¿Huh? ¿Qué?»
Era tan repentino que se vio ligeramente confundido.
Por supuesto, él sabía lo que era la Federación de las Arenas Occidental de Garmando. Representaba la planicie arenosa que tomaba casi toda la mitad occidental de la árida región de Garmando y eran el consejo que representaba a la gente que vivía ahí. Ellos desarrollaron un sistema mágico único muy profundo e intrincado, especialmente sus hechizos de manipulación de la presencia, que ni todas las escuelas de Imperio combinadas podían igualar.
Pero por otro lado, eso era todo lo que Willem sabía. Él no recordaba haber aprendido sobre su historia o formas de gobierno.
«Si lo estoy interpretando correctamente, entonces eso está en este libro.»
«… ¿Enserio?»
Tal como Willem había explicado anteriormente, sueños creados por un talento se formaban reflejando los recuerdos del objetivo. Básicamente, si el objetivo no sabía algo, nunca se mostraría en ese mundo.
«Por supuesto, no tengo idea de que clase de lugar es este Garmando Occidental. Eso significa que este libro tiene información que ni tu ni yo conocemos.»
«Enserio… ¡Hey, ow!» Él inconscientemente murmuró en el lenguaje común de las islas, y ella le pellizcó el trasero. Ouch.
«Nada de lenguaje común.»
«Está bieeen. Como sea, uhhh… ¿Qué quiere decir eso?»
«¿Cambios? ¿Del enemigo que hizo este mundo?»
Eso significaría, ¿huh?
Pero él no tenía idea de para qué serviría eso. ¿Cómo serían atacados espiritualmente leyendo un libro y ganando un poco de conocimiento que no tenían? Espera, para empezar, ¿siquiera era necesario cambiar cosas en lugares que nisiquiera hubiera notado si Nephren no se hubiera puesto a leer?
«… Por ahora no te preocupes por eso, supongo.»
Seguir pensándolo no les daría ninguna respuesta. Esa fue la conclusión a la que llegó.
«¿Estás seguro?»
«No deberíamos ir por ahí tropezándonos para resolver misterios con tan poca información. Mientras más teorías y suposiciones tengamos, más difícil nos será ver la respuesta. No nos concentremos demasiado en nada por ahora, no hasta que tengamos mejores pistas.»
«Está bien.»
Nephren lo dejó en eso y silenciosamente se concentró en su lectura.
«… No puedo seguir trabajando si te quedas ahí, ¿sabes?»
Ella simplemente ignoró sus quejas.
Había muchos lugares en el Impero que eran conocidos por su maravilloso paisaje.
Como las calles copo de nieve en el primer distrito de la capital.
Como la Gran Catedral Memorial Negatés.
Como las termas de Fistirus.
Aunque fueron destruidas por las llamas de la guerra, la Torre Obsidiana, los Cementerios Gemelos y otros alguna vez se contaron entre las bellezas del Impero. Los bardos cantaban sobre el Imperio como «el Tesoro del Arte de la Superficie» y ganaron generosas propinas de oyentes súper patrióticos.
Pero por supuesto, no era como si el Imperio desbordara belleza sofisticada. Sin importar cuanto avanzaran las metrópolis, el campo siempre sería el campo.
En resumen, Gomag era esa clase de lugar.
Estaba algo alejado de la gran ruta comercial que conectaba el norte y sur del Imperio, no albergaba ninguna construcción famosa, ni era renombrado por alguna especialidad particular. Así que ni los turistas ni los comerciantes exitosos pasaban por ahí. Ya que estaba bastante alejado de la frontera, tampoco había que temer a la guerra.
Cada día traía los mismos rostros familiares, las mismas conversaciones, las mismas rutinas.
Repentinamente comenzó a llover.
Willem y Nephren corrieron a un café cercano.
«Vaya… Eso fue repentino.»
Willem miró la lluvia torrencial por la ventana.
La fuerte lluvia le impidió ver muy lejos, pero incluso con la limitada visibilidad, pudo ver a varias personas corriendo. Aunque el viento no era tan fuerte, hacía que las gotas volaran hacia los lados, por lo que un paraguas no serviría de mucho.
«Supongo que tendremos que hacer tiempo hasta que pare… Hey, ¿podemos ordenar?» Él llamó a un mesero después de darle una breve mirada al menú de arcilla. «Tomaré un café, y… claro, un plato de papas fritas. Y ella…» Él miró a Nephren. «¿Quieres jugo de naranja?«
«Yo también quiero un café, y tres bollos dulces, por favor.»
Ella ignoró por completo su pregunta en el lenguaje común de las islas.
«No seas indulgente conmigo.»
«Sí, ya sé.»
Él se encogió de hombros. Bueno, ella no le pellizcó el trasero esta vez, así que todo estaba bien.
«… Sé que esto es obvio, pero solo veo sin marcas aquí.»
«Pero era igual en el almacén de hadas, ¿verdad?»
«Normalmente, no tengo la oportunidad de ver tantos adultos y varones.»
Cierto. La mayoría de las razas sin marcas eran físicamente inferiores, así que él había escuchado que no muchos se unían a la Guardia Alada. Para Nephren, que normalmente solo veía a los residentes de la Isla 68 y miembros de la Guardia, este lugar era algo así como un zoológico.
«¿Y? ¿Cómo estuvo tu búsqueda? ¿Encontraste algún libro interesante?»
«No lo sabré hasta que no empiece a leer. Elegí libros aleatorios sin importar su género, así que no espero mucho,» respondió Nephren, sosteniendo contra su pecho una bolsa de papel llena de libros. Justo antes de que empezara a llover, estuvieron ojeando una librería cercana.
A diferencia del pasado, cuando cada libro individual tenía que ser escrito a mano, ahora las prensas de impresión eran la norma, y los libros eran mucho más fáciles de conseguir. Y la calle en la que ahora se encontraban estaba detrás de la única universidad de Gomag. Ya que muchos estudiantes siempre iban y venían por aquí, había multitud de lugares vendiendo libros, desde magníficas tiendas hasta puestos callejeros. Y por supuesto, los tipos de libros que se vendían eran diversos.
Él creyó ver un ligero brillo en los ojos de Nephren. Aunque ella probablemente todavía no se sentía completamente cómoda con el lenguaje Imperial, parecía bastante feliz de poder leer libros de los que nunca había escuchado.
Habían salido a comprar para investigar la antinaturalidad de este mundo. Básicamente, comparando y contrastando libros con la información que ambos conocían, podrían llegar a descubrir lo que el creador de este mundo estaba planeando.
Pero aunque no pudieran cumplir su objetivo principal, el viaje no había sido una perdida total de tiempo, ya que Nephren se veía feliz. Willem pensó eso mientras se aseguraba de que ella no notara su irónica sonrisa.
Entonces él miró a su alrededor.
Las mesas habían estado llenas en su mayoría incluso antes de que comenzara a llover, pero con el mal clima persistiendo, la mayoría de los clientes se quedaron. Y por eso, había un ambiente bastante animado en el café. Aunque pareciera obvio, la mayoría de los clientes eran estudiantes universitarios. Y entre ellos, se sentía como que él y Nephren (alguien que no parecía muy culto y alguien demasiado joven para comenzar a recorrer el camino académico), sobresalían entre la multitud.
-¿Qué diría Chtholly en esta situación?
Él lo sabía. Ella probablemente bajaría la mirada y preguntaría tímidamente, «¿Parecemos amantes en una cita?» Entonces él respondería, «Nah, unos hermanos de paseo.» Y ella felizmente lo regañaría con, «¡No me trates como a una niña!«
Él podía imaginarlo fácilmente.
Y el solo pensarlo le desgarraba el pecho.
«¿Willem?»
«No es nada.»
Esos dolorosos sentimientos debieron mostrarse en su rostro. Cuando Nephren lo miró con preocupación con su expresión habitual, él desvió la mirada.
«¿Encontraste algo extraño?»
«¿Hmm? … Oh, eso.»
Este mundo era un sueño- un pequeño jardín de bolsillo que imitaba los recuerdos de una persona, preparado arbitrariamente por el creador del mundo. Aunque el problema que enfrentaban estaba más allá de eso.
«No sé. Ni siquiera sé en los recuerdos de quién se basa este mundo.»
El paisaje le era muy familiar a Willem. Es por eso que al principio pensó que era su propio sueño. Pero en ese caso no podía involucrar nada que él no supiera.
Él miró alrededor, observando el invierno de Gomag.
El musgo de los adoquines. Las pequeñas grietas en las paredes de ladrillo. El graffiti en el yeso.
«De quien quiera que sea este sueño, conocía Gomag mucho mejor que yo, leía muchos más libros, y conocía el orfanato tan bien como yo. No puedo ni imaginar quien podría ser.»
«Mm.»
«Eramos los únicos aquí en la superficie, así que realmente dudo que alguien más haya terminado como victima con nosotros. Ahora mismo nisiquiera se que está pasando.»
«Mm-hmm.»
La evasiva respuesta de Nephren no sonaba particularmente molesta.
«¿’Mm-hmm’… ? Has estado bastante distraída.»
«No estoy muy interesada.»
¿Así que esto solo era cuestión de interés para ella? ¿Aunque no podrían volver al mundo real si no resolvían este problema?
«Este mundo no es tan terrible. Quiero quedarme un poco más.»
«Este mundo es falso, lleno con falsos Emnetwyte. Nada es real aquí. Podríamos quedarnos para siempre, y todo sería vacío.»
«Willem, ¿enserio me dices eso a mí?»
Las Leprachauns eran la definición de vida falsa. Ellas se hacían pasar por Emnetwyte para engañar a los Carillones. No había nada real con respecto a ellas.
Aunque no había nada real respecto a ellas, aún así existían.
En efecto. El Segundo Oficial Willem Kmetsch nunca podría ignorar ese hecho. Él quería apreciarlas y se dio por vencido en ser responsable por ellas solo en nombre. Lo que significaba-
«Almaria y los demás están aquí. Yo también estoy aquí.»
Todos los personajes en este sueño eran vida falsa.
Eran seres imaginarios, haciéndose pasar por gente que existió en el mundo real para engañar a los que estaban atrapados en él.
Era exactamente igual que las hadas del almacén.
«El otro mundo y este. Puedes elegir tu favorito, Willem.»
«… Maldita sea,» murmuró para sí mismo para que ella no pudiera oírlo. «Eres bastante mala para alguien que siempre está acurrucándose contra mí.»
La lluvia no paraba.
Cuando llegó el café que ordenaron, Nephren sacó un libro e inmediatamente se concentró en leerlo. Willem, que no tenía una buena forma de pasar el tiempo, dejó que su mirada vagara fuera de la ventana y se concentró en el sonido de las gotas de lluvia.
Él nunca manejó bien el aburrimiento.
O más bien, no podía soportar desperdiciar el tiempo.
Eso era porque Willem tenía un objetivo. Y era demasiado ambicioso, algo que nunca podría conseguir con una cantidad de esfuerzo normal. Así que se esforzó de manera sobrenatural. Pasó cada momento de su tiempo fortaleciéndose.
Al final, su ridículo esfuerzo llevó a un resultado a medias que parecía dar y no dar frutos al mismo tiempo. Aprendió incontables técnicas de esgrima, incontables técnicas marciales, incontables habilidades relacionadas al campo de batalla, y se volvió bastante fuerte. Su basto conocimiento y experiencia se correlacionaban directamente con su confiabilidad en batalla. Varios de sus compañeros describieron su estilo de pelea como «hacer todo lo que una persona puede hacer», y él sintió que realmente había llegado a estar muy cerca de eso.
Pero aún así.
El objetivo de Willem era convertirse en el Regal Brave.
Eso era, en esencia, «lograr lo imposible». Sin importar lo infinitamente cerca que Willem llegara del pico de habilidad Emnetwyte, él nunca llegaría al punto que le permitiría llegar más allá de lo que los mortales eran capaces.
Sus estudios y entrenamiento no tenían ningún significado.
Al menos, sin importar cuanto entrenara o estudiara, él nunca alcanzaría su objetivo.
Incluso tras enterarse de esto y aceptarlo, Willem no podía dejar de entrenar y fortalecerse. Él tampoco estaba seguro de por qué. Podría ser por las razones equivocadas- que no quería que todo fuera en vano.
Por supuesto, él se preguntaba si todo su esfuerzo realmente había sido para nada. Si solo se hubiera dado por vencido con ese sueño que nunca se volvería realidad y hubiera usado su tiempo como un adolescente normal, podría haber tenido una vida más cómoda.
Incluso podría haber aprendido a tratar mejor a las chicas.
… Podría haber hecho feliz a la chica que le dijo que lo amaba.
«¡¿Willem?!»
La repentina voz de un hombre interrumpió sus pensamientos.
Willem se dio la vuelta, y un joven de cabello plateado le estaba sonriendo brillantemente. Parecía que había estado corriendo en la lluvia, puesto que estaba empapado de pies a cabeza.
«Sí eres tú, Willem. ¡Han pasado siglos! ¿Cuándo volviste a Gomag?»
Nephren, que acababa de empezar a leer uno de sus nuevos libros, levantó la mirada ligeramente, como para preguntarle si lo conocía. «Sí,» respondió Willem ligeramente. Al menos era verdad que conocía al hombre.
«… El otro día.»
«Oh, a esa chica no le he visto antes. ¿Un nuevo miembro del orfanato?»
«Sí, podría decirse.»
El joven se acercó a la mesa sin ser invitado y se sentó sin permiso. Le sonrió a la chica mientras leía.
«Hola. Soy Theodore Brickroad, un viejo amigo de Willem. Pero todos mis amigos me llaman Ted, así que deberías recordarme por ese nombre.»
La mirada de Nephren no se desvió de la página en la que estaba. Ella lo ignoró por completo.
Willem creyó ver unas cuantas gotas de sudor en la frente de Ted.
«Te ves bien, Ted.»
«¡Oh sí, me va genial! ¡También he subido mucho de nivel!»
«Nivel…» Él se quedó pensando un momento. «Oh cierto. Ahora eres un Aventurero, ¿verdad?»
¿Qué eran los Aventureros?
La palabra se refería originalmente a personas que se ponen en peligro por trabajo.
Peligro y aventura eran sinónimos, y ganarse la vida aventurando significaba poner tu vida en riesgo. Se lanzan a la batalla contra razas monstruosas, investigan laberintos, y arriesgan la vida para subyugar dragones.
Se lanzan despreocupadamente al peligro de formas que ninguna persona normal pensaría, en busca de cosechar las bastas sumas de dinero que se ofrecen por el peligro.
«¡¿No lo escuchaste?!»
«Bueno, hace tiempo que no venía a Gomag, y la verdad no me importa lo que hagas.»
«¡Aunque sea mentira, por favor actúa como si lo supieras! ¡Puede que la honestidad sea una virtud, pero no es como si la gente virtuosa viviera para siempre!»
Ja, ja, ja, que exagerado.
«¿Y? ¿Cuál es tu nivel ahora?»
Los niveles eran números asignados a un individuo para indicar su grado de entrenamiento y habilidades de combate, mayormente usados por Aventureros. Mientras más alto el número, más maduros eran en batalla, y mientras más bajo, menos experimentados.
Los civiles normales que nunca habían estado en una batalla eran nivel 2 o 3. Un soldado experimentado era más o menos un 10. Para alguien que pasa toda su vida en el campo de batalla y muere en él, el numero estaría cerca de 30. Esos eran los límites típicos alcanzados por la humanidad. Sobrepasar ese límite significaría dar un paso fuera del estándar del marco Emnetwyte.
«Ocho.»
Bueno. Eso era bastante normal para un Aventurero común. No, eso probablemente estaba cerca de lo más alto tomando en cuenta su edad. Era algo que podía decir con orgullo.
«… Oh, cierto, escuché que tu nivel es ridículamente alto, Willem, que está muy por encima del típico muro de los 30 y esas cosas.»
«Oh, uh… Supongo.»
Por supuesto, Willem no era un Aventurero. Pero él a menudo peleaba junto a ellos, así que habían medido su nivel varias veces.
La última vez que lo hicieron, le dijeron que era 69.
Todos los que estaban con él estaban más exasperados por lo absurdo de todo que sorprendidos.
«Eso es increíble. Oh, ¿entonces entrenas usando técnicas secretas heredadas por la Iglesia solo para los Braves?»
«No, en realidad no.» Él dio un sorbo a su café. «Y además solo son números. ¿De verdad te importa tanto?»
Los niveles eran una forma de medir la fuerza. En otras palabras, solo era una forma de medir la fuerza.
Había mucha gente que tenía números bajos pero eran increíblemente útiles en batalla, y peor aún, había muchos más que eran lo opuesto.
Para Willem, los niveles no eran algo a lo que prestarle atención.
«Por supuesto que me importa. Para nosotros los Aventureros, el número de nuestro nivel se traduce a nuestras ganancias. No puedes obtener información de monstruos con gran recompensa si no tienes nivel suficiente.»
Eso tenía sentido. Así era como el Gremio prevenía muertes innecesarias en sus miembros. Aunque era raro que a un Aventurero no se le permitiera acercarse al peligro.
«Bueno, si solo quieres aumentar tu número, eso no es muy difícil. Subirá solo si te fuerzas a pasar por situaciones difíciles.»
«Se llaman situaciones difíciles porque son difíciles, ¿sabes?»
Mira que decirme eso a mí…
«… No es exactamente un truco, pero sé de una forma para hacer que tu número se dispare.»
«¡¿Enserio?!»
Ted se acercó.
«El más cercano es… Sí, hay un maestro de la esgrima en alguna parte al oeste de la Ciudad de la Cerámica de Alvarie que recluta estudiantes de todas partes, así que ve y pide para participar en la prueba para la técnica secreta definitiva.»
«Un movimiento final, ¿verdad? Suena como hacer trampa.»
«Una vez que empiezas la prueba, dominas la técnica y vuelves a casa, o mueres. Dicen que es una o la otra.»
«… ¿Mueres?» Había una pizca de duda en la voz de Ted.
«La técnica es una mezcla de habilidades psíquicas y físicas. Es un movimiento que puede matar a tu oponente destrozando sus entrañas incluso a través de la armadura. Comienzas a entenderla por primera vez luego de ser arrinconado, momentos antes de la muerte. Los que no lo logran mueren sin poder hacer nada.»
«… ¿Em?» Un poco de incertidumbre se mezcló en su voz.
«Es por eso que las pruebas siempre te lanzan directo a una batalla con un sub-dragón para que lo derrotes.»
«Eso me mataría. Me mataría en un segundo.»
«Oh, y sí, aunque sea una sub-clase de dragón, sigue siendo un dragón. Es súper fuerte, sus escamas son duras, y las armas que la gente normal usa apenas pueden rasguñarlas. Lo que se supone que hagas para sobrevivir es de alguna forma abrir tus ojos a la técnica final y derribarlo. Pero yo nunca pude.»
«… ¿Qué?» Los ojos de Ted se ampliaron. «Oh, ¿usaste algún truco entonces?»
«Supongo que podrías decir eso. Ya que no podía usar la técnica, simplemente lo derroté físicamente, de frente.»
«… ¿Perdón?»
«Como dije, las armas que usa la gente normal apenas lo afectan. Pero eso no significa que no puedan lastimarlo. Usé habilidades que había aprendido de aquí y allá, intentando buscar algo que fuera un poco más efectivo, pero después de más o menos una semana, el dragón simplemente colapsó por el daño acumulado.»
«… Oh.»
«No importa lo que sea- si te abres paso en situaciones difíciles por la fuerza, tu nivel aumentará. Creo que subió como, diez o algo así para mí esa vez. Ese tal maestro no tenía idea de que hacer.»
«… Por supuesto que no.»
Ted sonaba cansado por alguna razón.
Y después, cuando su maestro y Lillia escucharon la historia, se rieron a carcajadas. Le señalaron y dijeron, «Tipos sin talento realmente la tienen difícil, ¿huh?» Esos dos si que son groseros.
«Si puedes superar cada predicamento en el que te encuentres, entonces el número nominal de tu nivel y el número de escuelas a las que te prohíben la entrada simplemente aumentan. Podrías usar hechizos y eso, pero es difícil conseguir una reacción con eso, después de todo cualquiera puede usar un hechizo si lo aprenden. Si puedes soportar todo eso, entonces tu nivel subirá dos o tres veces, fácil.» Él sonrió. «Escribiré tantas cartas de presentación como quieras si quieres intentarlo.»
«No, perdón pero voy a tener que pasar. Preferiría vivir una vida estable.»
¡Hey, fuiste tú el que eligió trabajar como Aventurero!
«¿Y qué vas a hacer después de subir tu nivel poco a poco?» Esa pregunta repentinamente se le vino a la cabeza.
«Bueno, tú sabes.» El rostro de Ted se sonrojó por alguna razón, y se rascó la mejilla. «Tengo que volverme independiente, o no podré ir a pedir la mano de Allie en matrimonio.»
«Muy bien. Te voy a decir sobre una prueba que hará que tu nivel salte directamente al 50, así que prepara tu testamento y última voluntad.»
«¡Perdón! ¡No lo haré! ¡Lo prometo! ¡Por favor no hagas esto!»
Él habilidosamente arrastró las patas de la silla y se alejó de Willem.
«Por favor paren,» los regañó el mesero. Tal vez debería-
Bzzt.
De pronto sintió una afilada sensación en la nuca.
«… ¿Willem?»
«Sí. Perdón, ya vuelvo.»
Se puso de pie, frotando su cuello con la mano.
Nephren silenciosamente levantó la mirada.
«¿Vas a alguna parte?»
«Sí. Voy a ver a alguien que no he visto hace tiempo… Ted, perdón, pero cuídala. Llévala de vuelta al orfanato por mí.»
Eso fue todo lo que Willem dijo antes de irse.
«¿Huh? Uh, em, ¿Willem?»
Willem ignoró la confundida voz a sus espaldas.
La lluvia siguió cayendo, pero ahora mismo, no podía dejar que eso le molestara.
Repentinamente, él recordó algo del pasado.
Pasó hace poco más de 527 años.
Varios días antes, se había decidido que los siete guerreros, con Lillia al mando, irían a la batalla contra el Visitante Elq Hrqstn.
«No me gustan las espadas grandes, ¿sabes?» Dijo Lillia.
Como mucho, la espada debería ser tan larga como su brazo. Debería ser lo suficientemente ligera como para agitarla con una mano. Básicamente, ella prefería espadas largas hechas para pelear contra otras personas. Ella podía poner en práctica todo lo que aprendió de sus padres, su viejo maestro, su maestro (los últimos dos aparentemente eran diferentes), en ese tipo de arma.
Los Carillones eran espadones pensados para matar cosas que estaban muy por encima de los Emnetwyte. Eran como zapatos de plataforma pensados para mejorar a la fuerza a la débil raza Emnetwyte, para que así puedan llegar a alturas que normalmente no les sería posible alcanzar, aunque usaran toda su fuerza natural. Era por eso que a ella no le gustaban mucho.
Él entendía lo que ella quería decir.
Él no entendía, pero no creía que eso era algo que la Regal Brave misma debería decir siendo la actual elegida de la más antigua de las espadas sagradas, Seniorious.
Había tanta gente que deseaba ser elegida por un poderoso Carillón pero no lo eran, que ansiaban portar gran poder pero no podían. Que alguien que tenía todo eso tomara a la ligera su propio poder era como hacerse enemigo de todas esas personas. Un día sería apuñalada si declaraba eso públicamente. De hecho, él quería apuñalarla. Más le valía cuidarse las espaldas.
«… Entonces la desafiaste a una pelea de práctica y te dio una paliza.»
Willem respondió con un gruñido al comentario de Navrutri.
Desde Vara Resplandeciente a Garra de Oso; desde Cola de Zorro a Golpe Aguja; desde Barrido del Ruiseñor a Tambor Caprichoso- todas las técnicas que él humildemente había aprendido de Hilgarm fueron leídas y contrarrestadas fácilmente por la habilidad superior de la Brave elegida, Intuición (que aparentemente tenía un nombre exagerado como Ojos del Abismo). Willem hasta intentó usar un Paso Fantasmal y una Pista de la Estrella Polar que aprendió de Navrutri, pero todo fue inútil.
La pared de talento y habilidad que lo separaba del Regal Brave era imposiblemente alta y gruesa.
«Estás completamente equivocado, Will,» dijo Navrutri, actuando con un suspiro exagerado. «Para empezar, nosotros los hombres nunca podríamos ganar contra una mujer. Por más que lo intentemos, nunca seremos rivales para ellas. Todo lo que podemos hacer es rogar su amor.»
«Fui un idiota por pedirte consejo a ti.»
«No, esta es una conversación seria. Supongo que podrías decir que esta es una charla sobre la diferencia en la calidad de la espada.» Navrutri agitó su dedo ligeramente, como trazando el brillo de la hoja. «Tu espada es lo que llamarías una hoja para la batalla. La blandes para debilitar a tus enemigos, hacerles una gran cantidad de daño, y destruirlos. En términos extremos, divide todo a su paso en dos categorías: cosas que pueden ser asesinadas y cosas que no, haciendo las cosas de una forma que rechaza cualquier otra información.»
«¿Entonces eso no es bueno?»
«Yo diría que es normal para un peleador. Nadie te va a culpar por eso.» Él se encogió de hombros. «Pero no es como si quisieras negar a Lil o hacer que se rinda. Tu espada no es para ser blandida contra un oponente como ella.»
«… Bueno, me gustaría hacer que se rindiera ante mí al menos una vez en mi vida de ser posible.»
«Ese es un sueño que nunca podría hacerse realidad para los hombres. Pero te apoyo. Desde una distancia segura detrás de escena,» dijo profundamente.
«Entonces si mi espada es para pelear, ¿entonces para qué demonios es la de Lillia?»
«Hmm. Su espada es igual a la del Sr. Nils. O su naturaleza honesta los hace parecer similares, o tal vez sus personalidades son simplemente muy similares.»
Nils D. Foreigner. Él era el maestro de Lillia, el hombre que también era el «maldito profesor» de Willem.
«Es un estilo de esgrima codicioso característico de alguien inseguro… De alguien que desesperadamente, desesperadamente no quiere lastimar a nadie pero no tiene otra opción- la típica espada de un cobarde.»
Willem llegó a un lugar entre dos caminos y se detuvo.
Antes de que lo supiera, una espada plateada estaba presionada contra la parte posterior de su cuello. Una fina línea de sangre escapó de su cuello, y fue rápidamente lavada por la lluvia.
«Hola,» dijo Willem casualmente a la persona detrás de él. «Invitarme aquí con la intención de matarme es bastante anticuado, ¿no te parece? No es como si fueras un extraño o algo. ¿No puedes usar palabras si necesitas algo?»
«… Es porque las cosas se podrían complicar mucho si otras personas escuchan.»
Repentinamente, un hombre con una túnica a prueba de agua apareció detrás de Willem.
Él respondió con una voz seca.
«Hay cosas que quiero preguntarte antes de reanimar nuestra amistad. Sería feliz si respondieras honestamente, Will.»
«Si eso es todo lo que quieres, entonces ven de frente. Sabes que soy un asco ocultando cosas, ¿verdad?»
«Primera pregunta.» Él ignoró por completo su broma. «¿Por qué estás aquí?»
«… Esa es una pregunta extraña. Sabes que Gomag es mi ciudad natal, ¿verdad? Ahora que lo pienso, es más raro verte a ti aquí.»
«Parece que no te llegó el significado de la pregunta.»
El cuchillo fue presionado un poco más fuerte contra su cuello.
«¿Por qué tú, quien debería haber muerto con Ebon Candle el día de la batalla, repentinamente apareció en esta ciudad?»
«… ¿Qué?»
Por un momento, Willem no podía entender lo que le estaban preguntando. Entonces, un instante después de entender las palabras del hombre, se dio cuenta de su error.
Hasta ese momento, había olvidado pensar sobre algo muy importante.
Esto era un mundo de sueños. Manteniendo esa premisa en mente, no había investigado cuándo era «ahora» para este mundo.
Simplemente asumí que cualquier noción de tiempo en el mundo de los sueños era decidido arbitrariamente…
Willem entendió varias cosas inmediatamente por este breve intercambio.
La primera era que este mundo tomaba lugar después de que su equipo partiera a la batalla con los Visitantes… y, de alguna forma, antes de que fuera destruido por las Diecisiete Bestias.
Lo siguiente era el hecho de que el Willem Kmetsch de este mundo aparentemente nunca volvió a casa- aparentemente se había convertido en piedra en el campo de batalla.
Y por último, era cada vez más seguro que este mundo no estaba simplemente basado en los recuerdos de Willem. Había información en libros que él nunca llegó a saber personalmente, y la gente de este sueño estaban experimentando un momento que Willem nunca experimentó.
¿Qué demonios está pasando…?
El tiempo que estuvo pensando en eso probablemente no fue más que unos pocos segundos. El hombre a su espalda debe haber tomado la pausa como algún tipo de respuesta, ya que retiró la hoja del cuello de Willem.
«… ¿Estás seguro de que puedes dejarme ir? Todavía no he respondido.»
«Yo no estaba considerando esto como una amenaza. El que decida usar esta hoja de juguete contra el más fuerte de los Quasi Braves sería bastante incompetente.»
«El más fuerte, ¿huh?» Willem sonrió irónicamente. «Me pones incómodo llamándome así, Navrutri.»
Lentamente, se dio la vuelta.
El hombre bajó su capucha, revelando cabello rojo como el fuego y el rostro sin afeitar de un hombre de unos treinta.
Navrutri Teigozak.
Él era uno de los Quasi Braves reconocidos por la Iglesia de la Exaltada Luz, proveniente de una tribu al de Garmando Occidental. Su arma era una hoja curva tradicional de las tribus, pero cuando estaba frente a los enemigos más fuertes, desenvainaba su puro y amado Carillón, Lapidemsibilus.
«No me halagues demasiado. Ambos somos Quasi Braves, pero tú eres un veterano más habilidoso que yo. Hasta puedes blandir un Carillón de más alto rango que yo.»
Navrutri sonrió levemente por el halago.
«Lo aterrador de ti es que no lo dices por humildad o modestia, sino que lo dices enserio.»
Willem también sonrió ligeramente.
«Eres una molestia porque no dices eso como adulación o burla, sino que de verdad lo crees.»
Un breve silencio. Solo el violento sonido de la lluvia golpeado los adoquines llenó el espacio a su alrededor.
«… Sé que debería haber muerto junto a ese cráneo negro. No recuerdo nada después de eso. Para cuando me di cuenta, estaba en Gomag. Eso fue en la mañana hace tres días.»
Willem respondió la pregunta original.
Si le hablaba sobre todo con honestidad, entonces tendría que ir tan lejos como para convencer a Navrutri de que este mundo mismo era falso. Decidió que eso sería demasiado difícil, así que mintió y escondió cualquier cosa que pensara que no podrían discutir.
«Yo quiero saber qué pasó. Y eso no es todo.» Willem frotó sus dedos en su mojado cabello. «¿Qué pasó en la batalla, al final? Veo que la gente aún no ha sido aniquilada, así que debimos haber derrotado a los Visitantes, y sé que volviste con vida. ¿Pero qué hay de los otros?»
Navrutri no respondió.
«Y más importante, ¿por qué estás amenazando a un amigo con malicia y cuchillos y eso? Explícame que demonios está pasando.»
«True World.»
Escuchó al hombre murmurar la frase.
Era el nombre de una organización, uno que sonaba un poco exagerado, como si estuviera hecho para avergonzar al que lo escuchara.
«Lo recuerdas, ¿verdad? Estaban tramando algo, intentando derrocar la Capital Imperial. Los restantes están intentando llevar a cabo su planes.»
Oh, claro.
Entonces por eso lo mencionó.
Ahora que lo pensaba, era obvio. Este era un sueño que copiaba la superficie del pasado, y ya que la derrota de los Visitantes ya había pasado, entonces el siguiente evento no era otro que la apariencia de las Diecisiete Bestias. Entonces, unos pocos días después de eso, ciudades serían devoradas, países demolidos, y la raza Emnetwyte misma desaparecería de la faz de la tierra.
Entonces tenía sentido que True World, los que crearon las Bestias, ahora estuvieran involucrados en actividades secretas.
Este era un mundo que pronto acabaría por su culpa.
Me siento como un profeta.
Se sentía raro conocer el futuro. Sentimientos de omnipotencia e impotencia se mezclaron en un revoltoso patrón. Entre placentero y disgustado, su humor se inclinaba mucho más hacia el último.
Willem escondió su inquietud bajo su mirada seria y preguntó, «¿Entonces cómo se relacionan esto y eso?»
«Hay Braves y ex-Braves en comunicaciones secretas con True World.»
«… ¿Qué?»
Eso ciertamente era algo que no sabía. Ni siquiera había imaginado que eso pudiera llegar a pasar.
«Bromeas- Espera, no estarías moviéndote si esto fuera información sin confirmar. Esto es serio. Y ya que no lo estás escondiendo, significa que decidiste que está bien que los Quasi Braves empiecen a dudar unos de otros. Así que estás priorizando poner a todos en guardia y ralentizar sus movimientos sobre intentar identificar a los rebeldes.»
«Perspicaz como siempre,» dijo Navrutri. «Serías mucho más popular con las damas si usaras esa perspicacia para entender sus corazones.»
Oh, cállate.
Willem en realidad nunca sintió deseas de ser popular cuando Navrutri, que decía tener tantas amantes como puertos había en el mundo, decía cosas como esa, pero realmente odiaba lo convincente que sonaba viniendo de él.
«A juzgar por tu respuesta, diría que tu relación con True World está limpia.» Navrutri extendió ambas manos, y el cuchillo que estaba sosteniendo en su mano derecha ya había desaparecido, como un truco de magia. «Pero aún así, no es como si hubiéramos hablado abiertamente de todo. Dijiste que no recordabas nada hasta esta mañana- y no creo poder aceptar eso.»
... Este tipo es tan perspicaz como siempre.
Y no solo eso, definitivamente estaba usando eso con los corazones de las mujeres. Willem estaba celoso. Vaya que lo estaba.
«Bien, Will. Me abstendré de dudar de ti por ahora. Al menos lidiaré contigo asumiendo que no eres culpable. Trata de no hacer nada que sobresalga hasta que las cosas se calmen un poco,» dijo arbitrariamente Navrutri, dándole la espalda.
«¿No necesitas mi ayuda?»
«Ahora mismo mi trabajo es dudar de mis compañeros. No puedo confiarles mi espalda a aquellos que no puedo estar seguro de que son totalmente inocentes,» dijo, con su espalda descubierta hacia Willem. La forma en que lo dijo era torpe y difícil de entender, ya sea porque no lo dijo bien o que simplemente tenía una forma indirecta de decirlo. «… Y solo te contestaré una cosa más. De todos los que peleamos contra los Visitantes ese día, los únicos que sobrevivimos fuimos Lillia y yo. Fuiste agregado a esa lista hace solo un momento.»
«Ya… veo…»
El resultado era exactamente el que había escuchado del Gran Sabio, Suowong. Y entonces, aunque no estaba sorprendido, volver a escucharlo lo deprimió.
«De los únicos que recuperamos cuerpos fueron Suowong y Emissa. El cuerpo de Suowong tenía una taumaturgia muy complicada aplicada en él o algo, así que no ha tenido un funeral. Él descansa en el sótano de la capilla de la Iglesia.»
Hey, ¿qué estás haciendo, Gran Sabio? No es momento de para una siesta. Tal vez la taumaturgia que usó para su resurrección o lo que sea no estaba iniciando bien.
«Eso es todo lo que puedo decirte. Seguiremos hablando mientras bebemos después de que todo acabe,» dijo casualmente Navrutri, comenzando a alejarse caminando.
«Hey, ¿Navrutri?» Las palabras escaparon de la boca de Willem. «Has, uh… ¿estado bien?»
Su figura se detuvo brevemente.
«Afortunadamente, gracias.»
Navrutri respondió sin darse la vuelta y desapareció entre la lluvia.
La lluvia siguió cayendo.
Willem miró al cielo.
Aunque este mundo se suponía que no era más que un sueño, las gotas que caían en su piel se sentían increíblemente frías.
Su fuerte estornudo resonó en la calle.