SukaSuka – Volumen 4 – Capitulo 3 – Parte 1

Capitulo 3: Cosas que no pueden ser reclamadas
Parte 1: Los siete

Probablemente lo planearon todo cuidadosamente.
Probablemente invirtieron mucho tiempo y dinero en elaborados preparativos.
Tenían una horda de monstruos con equipamiento mejorado con magia manipuladora de concepto, marionetas de batalla creadas con un uso liberal de metales pesados ilegales, y cockatrices manipuladas con encantamientos.
Cada parte individual era tan poderosa como un ejéricito- no, tal vez aún más poderosa. Su poder militar solo podía describirse como abrumador, suficiente para destruir un pequeño país.
Los que estaban a cargo de todo probablemente estaban seguros de su victoria cuando pusieron el plan en marcha.

Eso fue hace varios años.
Willem Kmetsch tenía catorce en ese entonces. En su experiencia, eso fue hace cuatro años; en términos del mundo real, fue hace 529 años; y según el flujo del tiempo en este mundo del sueño, hace solo dos años.
En efecto- aquí, fue hace solo dos años.


Él agitó su espada. Una y otra vez.
Se cansó de contar los enemigos que había derrotado después de los veinte. Así que eventualmente despejó su cabeza, concentrándose solamente en cortar a cualquier enemigo ante él.

Pero el gran problema eran los monstruos fortalecidos por hechizos.
La magia de manipulación de concepto era un tipo de encantamiento que sobrescribía la esencia misma del objetivo. Hechizos que a menudo aparecían en cuentos para niños (convertir gente en piedra o transformar un ave pequeña en una chica bonita), era esa clase de magia. Daban capacidad muscular a criaturas que originalmente no la tenían, y modificaban su estructura ósea para incorporar armas.
Dicho eso, no significaba que fueran enemigos formidables. Era solo que mientras cortaba enemigos que poseían densos encantamientos de alto nivel, su Carillón, que también incorporaba encantamientos de alto nivel, comenzaba a actuar.
No era mucho más que una molestia, así que él planeaba ignorarlo y forzar su camino hasta el final. Pero había más enemigos a su alrededor de lo que había imaginado en un principio. Si seguía peleando con las capacidades disminuidas de su espada, entonces era posible que terminara con más problemas entre manos por holgazanear y confundir sus prioridades.
Oh bueno.
Con un Paso Fantasma, creó distancia entre él y la horda de enemigos y vertió magia en el Carillón de su mano derecha.

«¡Inicializar ajuste!»

Los Carillones son armas creadas con fragmentos de metal llamados talismanes, unidos con magia. Normalmente, él desharía la unión de las venas de hechizo cuando comenzaba el ajuste. La espada entonces perdería su forma y se convertiría en veintinueve piezas de metal. Y esas veintinueve piezas se esparcirían por el aire a su alrededor, en un estado listo para recibir ajustes.
Pero en el campo de batalla, no había tiempo para ese tipo de actividades relajadas. Willem no deshizo las venas, sino que simplemente las aflojó. Los fragmentos fueron liberados pero permanecieron en forma de espada. Estaban separados apenas lo suficiente para que un par de dedos pudieran caber entre ellos.
Un soldado marioneta de acero vino desde atrás, y él lo partió en dos con el Carillón de su mano izquierda. Al mismo tiempo, deslizó su dedo pulgar entre los fragmentos metálicos y presionó el cristal que se escondía dentro. Haciendo contacto con él, podía leer el estado del Carillón.
... Bleh.
Había un gran bloqueo de Venenum en la columna vertebral. El Venenum que acababa de activar no estaba circulando por la hoja. Ahora entendía por qué no había estado funcionando bien. Por ahora, haría reparaciones de emergencia para poder salir de esta situación y poder hacer un mantenimiento completo más tarde. Reorganizó los talismanes con su pulgar, creando una derivación improvisada para que el Venenum pudiera circular. Terminó con los ajustes y regresó las venas de hechizo a su estado normal.
Había muchos tipos de Carillones, pero era por esta razón que a Willem le gustaba usar los Percival producidos en masa. Eran simples y receptivos a la presión y practicidades del ajuste. No había otro Carillón cuyos niveles de efectividad y resistencias pudieran ser cambiados a mitad de la batalla. Y además, ya que tenían hojas comparativamente más pequeñas, Willem los tenía en alta estima, ya que él solo tenía catorce y todavía no se había desarrollado por completo. Si se presionaba un poco, hasta podía usar dos a la vez, como lo estaba haciendo ahora.
De todas formas, sus compañeros Quasi Braves a menudo suspiraban y decían, «En primer lugar, no deberías poder ajustar tu espada por tu cuenta«, y nunca estaban de acuerdo con él sin importar cuanto alabara la serie Percival.
Como sea. La Percival en su mano derecha estaba en buenas condiciones por el momento, y sintió que su Dindrane comenzaría a desgastarse pronto. Solo tenía que ser un poco más cuidadoso en como peleaba desde ahora, así que se preparó y-

-saltó hacia atrás con todas sus fuerzas.

Un brillante destello quemó sus ojos.
Hubo un rugido ensordecedor que solo podía ser descrito como un impacto más que un sonido.
Parecía como si la intensa explosión fuera a hacer pedazos todo su cuerpo.

«-Rgh-«

Concentró su Venenum en sus piernas. Ya que no podía confiar en sus cinco sentidos, confió en su sentido del balance para buscar la dirección del suelo y aterrizó como si estuviera listo para patear.

«Ngh, gah…»

Sus sentidos regresaron lentamente luego de permanecer unos momentos en esa posición, gruñendo.
Sus pulmones, aplastados por el impacto, volvieron a funcionar.
Ignorando el ligero dolor en su garganta, inhaló dos bocanadas de aire y-

«¡¡EMISAAAAA!! ¡¿Estás tratando de matarme?!» gritó.
«¿Oh? Conque ahí estabas.»

Cerca de él, una mujer aterrizó suavemente en el suelo.
Él había escuchado que ella tenía veinte. Ella usaba una larga falda con volantes que era inapropiada para la batalla. Su atuendo parecía que iba a ensuciarse todo con solo trotar un poco, pero él no podía ver ni una pisca de polvo.
Emissa Hodwin. Aventurera. Su nivel registrado era 61, aparentemente el segundo más alto de todos los Aventureros actuales.

«No es momento de hacer todo de a poco, ¿verdad? Se supone que los hagamos pedazos a todos de un golpe, ¿no?»
«¡Me estoy quejando porque casi fui hecho pedazos con el resto de ellos!»
«Qué, después de todo estás bien, y nuestros enemigos fueron derrotados fácilmente, así que no hay problema, ¿verdad?»
«¡¡Sí, pero eso es algo que solo yo puedo decir!!»

Mientras gritaba, miró al campo de batalla- o lo que solía ser el campo de batalla.
El lugar por el que había estado corriendo hace solo unos momentos, donde luchó con dos Carillones, ahora solo era un agujero cóncavo.
Ya no podía ver ningún enemigo cerca.
Eso fue causado por una explosión de Venenum imposiblemente grande. Estaba mucho más allá de los límites que una persona normalmente podía activar por su cuenta, pero un físico naturalmente peculiar y un talento excepcional, junto con teorías de control originales, aparentemente podían hacer tal poder destructivo una realidad.
Él agito y agitó su espada y dejó de contar alrededor de los veinte, pero imaginó que había matado unos cincuenta o sesenta enemigos. Pero en ese instante, el número de enemigos que Emissa había volado en pedazos sobrepasaba fácilmente el de Willem.

«… Y los volaste a todos en pedazos, ¿huh?»
«¡Sí, eso es lo que te he estado diciendo!»

Willem se dejó caer al suelo, donde la vista ahora era extrañamente clara. Miró alrededor. Antes de que la batalla comenzara, esto era la base de una montaña, decorada con precipitosas y hermosas curvas y bosques con árboles verdes, aunque algo dispersos. Pero ahora que miraba de nuevo, las curvas estaban todas destrozadas, y una piel rocosa se asomaba de lo que una vez fue un bosque.

«Destruimos demasiado la naturaleza.»
«¿Qué? Déjame decirte que esto no es completamente mi culpa, ¿okay? Se suponía que Hilgram estuviera a cargo de la montaña de allá y esos ríos de por ahí, ¿sabes?»
«… Huh.»

Hilgram Moto. Aventurero. Nivel 58.
Él no usaba armas. No usaba Venenum. Eligió pararse en las líneas del frente completamente desarmado- un excéntrico certificado con excelencia como su única arma.
Willem miró hacía donde Emissa estaba señalando. Una gran roca se había convertido en arena, y había incontables grietas diminutas en donde solía haber una cascada.

«Todo eso con las manos desnudas, ¿huh? Solo ver eso me hace perder confianza como usuario de Venenum.»

Sí, lo entiendo, pero escucharte a ti decir eso me hace enojar.

«De acuerdo. ¿Puedes ver cuántos enemigos quedan?»
«Uh… Hay unos cuantos en el bosque Kaya, y… Oh, hay un grupo entero por allá.»

Emissa siguió la mirada de Willem, y entonces gritó de asombro, «¿Qué es eso? Eso es una dríada de hiedra, ¿verdad? Pero es realmente grande.»
«La misma ecología de esa cosa probablemente fue alterada, como siempre.»
«Huh… Espeluznante.»

Los hechizos de manipulación de concepto tenían un gran costo. Esa cosa probablemente era la última carta del triunfo de sus oponentes.
Y ella simplemente dijo que era «espeluznante». Una pena.

«¿Entonces quién se va a encargar de eso? Y no pienso hacerlo. No voy a acercarme a esa cosa.»

Un segundo después de que Emissa hablara tan egoístamente, una enorme bola de luz flotó en el cielo.

«… Oh, supongo que Suowong se va a hacer cargo.»

Mientras miraba en blanco al cielo, ella sacó tapones para los oídos de su bolsa.
Un pincel invisible esparció la luz, tejiendo un delicado patrón de lazo en el cielo azul.

«Otro grande para hoy.»
«Lanzar más taumaturgia en un oponente que ya está maldito no es muy efectivo. Probablemente lo va a golpear con fuerza porque quiere limpiar esto con fuerza bruta.»

Sellos taumaturgos, como el nombre sugiere, son emblemas usados como catalizadores para inscribir taumaturgia. La taumaturgia de alto nivel requiere grandes y complicados sellos como es de esperarse.
Por supuesto, no había tiempo para construir cada detalle de algo como eso en el campo de batalla. La mayoría de los taumaturgos optaban por tallar sus sellos en pergamino o tablillas de arcilla por adelantado, usándolos dependiendo de la situación.
Suowong Kandel no era como la mayoría de los taumaturgos.
Él podía fabricar hechizos taumaturgos que tallaban los sellos que necesitaba en el momento. Así que sin importar cuan complicado o especial fuera, él podía crear y usar lo que quisiera cuando quisiera.
Hasta Willem, que no sabía dibujar y ni siquiera podía tallar el más básico de los sellos, podía ver claramente que esto era una gran estafa. Que mal se deben haber sentido los compañeros taumaturgos de Souwong en la sociedad…
Mientras se sentaba pensando sobre todo eso, el sello taumaturgo en el cielo fue completado.
Willem y Emissa se pusieron los tapones para oídos al mismo tiempo, le dieron la espalda al sello y cerraron los ojos.

Cinco segundos después.
Los dos reabrieron los ojos y se dieron la vuelta, y la montaña que había ahí hace solo unos segundos ahora tenía la mitad de su tamaño.

«Demasiada destrucción de la naturaleza.»

Concuerdo completamente contigo, pero escucharte a ti decirlo enserio me hace enojar.


«¡Hey, niño, buen trabajo el de hoy!»

Kaya Kaltran vino y abrazó a Willem para expresar su agradecimiento.

«Hey- ¡¡Para, ouch, eso duele y estás toda sucia!!»

Kaya, a diferencia de Emissa, Hilgram y todos esos raritos, era una Aventurera respetable. Nivel 39. Ella usaba una armadura bien forjada para protegerse y atacaba a sus enemigos con su espada creada por un maestro artesano.
La columna de una persona normal se rompería en un instante al ser abrazados por toda la fuerza de una Aventurera veterana como ella. Además, luego de la batalla Kaya seguía usando su armadura, sucia con salpicaduras de sangre de los monstruos.

«Perdón, perdón. Eres un niño tan lindo- tenía que, ¿sabes?»
«¡No me abraces de forma que me vea forzado a usar todo mi Venenum para protegerme solo porque tienes que, ¿okay?!»
«Awww. Tengo que, ya que puedes usar todo tu Venenum para protegerte. Si le hiciera eso a cualquier otro niño, despertaría al día siguiente con una recompensa por mi cabeza.»

¿Enserio dice esas cosas con una sonrisa?

«¡Esta es la única vez que vas a ser así de lindo! Eres un joven en crecimiento, así que ya sea el año que viene o el próximo, tus extremidades serán más grandes, y crecerás para ser un gran hombre. ¡Sería un desperdicio no aprovechar a disfrutarlo ahora!»

Oh, está bien. Entonces espero crecer rápido.

«Entonces ahora es el turno de tu hijo, ¿verdad? Él tenía unos tres, ¿no?»

Lillia se unió a la conversación, asomando la cabeza desde el lado.

«Sí, tienes razón. Quiero empezar a entrenarlo tan pronto como sea posible. Aunque mi esposo no está de acuerdo con poner una espada en sus manos.»
«Oh, ¿y eso por qué?»
«Siempre está diciendo cosas como: no voy a dejar que haga un trabajo tan peligroso como ser Aventurero, no puedo soportar perder en fuerza contra mi esposa y mi hijo, y cosas así. ¡Que molesto es!»

eres la molestia. Buena suerte, esposo. Te apoyo secretamente.

«Estabas apoyando a su esposo secretamente, ¿verdad, Will?»

Navrutri leyó su mente.

«Se supone que no digas nada, aunque lo notes… Vaya, mi ropa está toda sucia.»

Su ropa ya estaba toda sucia por su propia batalla y la explosión de Emissa, pero ahora también estaba cubierta de sangre gracias a que Kaya lo abrazara contra su armadura. No había duda de que si caminara así por la noche, inmediatamente sería perseguido por los guardias.

«Sí que está sucia. ¿No usaste Paso Fantasma? ¿No te lo había enseñado?»
«Sí que lo hiciste, y sí que lo usé. Pero terminaron así de todas formas,» respondió Willem con amargura.

Esa era una de las técnicas de espada curva heredadas en la tierra natal de Navrutri. Básicamente, es una finta que usa las fluctuaciones en la velocidad de movimiento del usuario, pero cualquiera que lo dominara podía convertir su cuerpo en una niebla y pasar a través de todo tipo de ataques y cosas así.

«Hasta puedes evadir el polvo cuando te acostumbras un poco.»

Aunque espere toda la vida, no voy a acostumbrarme tanto.

«¡Ooh, lo hice! ¿Ves? Mi ropa está toda limpia y arreglada.

Cállate, Lillia. Tu talento es el enemigo de la gente normal.

«Vamos- dile que se ve bien y arreglada. No puedes ser tacaño con cosas como esa.»
«¡Tiene razón; tiene razón! ¡Sé honesto y dímelo!»

Cállense, los dos.

Un poco más allá de donde estaban, notó a un niño sentado cerca del cadáver de un monstruo.
El dobladillo de su holgada capa blanca estaba sucia con barro y sangre, pero él no parecía darse cuenta.

«… ¿Qué estás haciendo?» Preguntó Willem acercándose.

Suowong Kandel, un taumaturgo genio de doce años, respondió sin levantar la cabeza.

«Revisé la estructura del encantamiento. Había algo raro durante la pelea.»
«¿Qué cosa?»

Impulsado por las palabras de Suowong, Willem encendió un poco de Venenum y activó su Vista.
Un complicado hechizo se extendía por todo el cuerpo del monstruo. Willem, que no estaba muy bien informado en todo esto, no estaba seguro de cómo estaba todo conectado o qué tipo de encantamiento formaba.

«¿Hay algo raro?»
«Los patrones son todos iguales.» Suowong levantó la cabeza para mirar a Willem. «Las maldiciones como esta normalmente son hechas a medida. Tienen que ser creadas específicamente para cada sujeto, de otra forma, no serían tan efectivas. Es por eso que son tan costosas y no aptas para la producción en masa. Pero parece que este encantamiento de alguna forma resolvió ese problema.»
«… ¡¿Encantamientos con el mismo patrón que pueden ser usados en prácticamente cualquiera?! ¡¿No es algo así de ridículo la especialidad de Seniorious?!»
«No, no parece ser algo tan simple y directo como lo de Seniorious. Aún deben estar investigándolo, porque los únicos encantamientos con cambios de patrones son simples y ligeros. Como los que les dan cuernos, o incrementan la masa muscular, o cambian el número o lugar de los órganos internos…»
«¿Sigue en investigación? ¿No significa que las cosas se van a poner bastante feas en el futuro?»
«Sí. Tenemos que cerrar cuidadosamente la organización que hizo estas cosas tan pronto como sea posible, de lo contrario, las cosas no se verán bien en los días venideros.»

Willem presionó sus sienes y buscó en su memoria. Intentó recordar un nombre que había olvidado.
Era algo como True… Verity… Algo, no se qué, ¿Tierra…?

«True World.»

Eso era.

Que nombre tan horrible. Es demasiado genérico como para recordarlo, y es tan exagerado que es vergonzoso.»
«¿Tú crees? Yo creo que a quien quiera que se le ocurrió tiene buen gusto.»

Oh, cierto, tú eres el que tiene «buen» gusto. Por favor no vayas a empezar a llamarte por ese sobrenombre que se te ocurrió porque todo lo que hace es dar vergüenza ajena.


Willem Kmetsch tenía catorce en ese entonces. Así que en la experiencia de Willem, fue hace cuatro años; en términos del mundo real, fue hace 529 años; y según el flujo del tiempo en este mundo del sueño, hace solo dos años.
En efecto- habían pasado solo dos años desde entonces-


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