
Parte 3
Me disfracé y escapé por la ventana con Vania.
«De acuerdo, ahora nos dirigiremos hacia el rey demonio. Por favor no olvide que se supone es una doctora.»
«Está bien. Hasta tengo un kit de doctora.»
Además del atuendo de profesional de la medicina, me consiguieron una caja de madera para llevar medicinas. Transferí el despertador a una de las botellas de vidrio y le puse una tapa. Beelzebub era bastante minuciosa.
Mientras nos acercábamos al edificio en el que se encontraba el rey demonio, pasamos un punto de control tras otro, pero tan pronto como mi compañera anunciaba, «Soy Vania, subordinada de Lady Beelzebub. De acuerdo a las órdenes de Lady Beelzebub, he traído a un médico,» y les mostraba algo así como una identificación de personal, nos dejaban pasar.
Vania y Beelzebub eran personal demoníaco real, así que sospechaban menos de lo que pensé.
Además, si un doctor realmente fue llamado y no lo dejaban pasar, había buenas probabilidades de que fuera considerado una ofensa imperdonable. Tenían que dejarnos pasar.
Si seguíamos forzando nuestro camino, ganaríamos.
Finalmente, llegamos al edificio en el que se encontraba el rey demonio. Pasamos por el punto de control de la entrada, para luego seguir hacia el segundo piso.
Había toda una reunión de aparentes ejecutivos demoníacos ahí. Beelzebub estaba entre ellos.
«¿Hmm? ¿Quiénes son ustedes?»
Un estricto ejecutivo demoníaco nos habló.
«Soy Vania, subordinada de Lady Beelzebub. Traje un médico…»
Este no era un subordinado insignificante, así que Vania estaba temblando un poco.
«¿Un médico? No había escuchado que Beelzebub hubiera llamado alguno. Algo no está bien aquí.»
Ups. Esto no era bueno.
Beelzebub estaba mirando abajo. Aparentemente, no les había contado la historia a estas personas.
«Esto es para salvar a Su Majestad. ¿Podría dejarnos pasar?»
Vania habló, intentando superar de alguna manera la situación. Ella era sorprendentemente intrépida.
«Tenemos una lista de los nombres de los médicos que examinan al rey demonio. ¿Cuál es tu nombre?»
Argh… ¡¿Cómo voy a saber?!
«Los cuernos de esa doctora se ven bastante sospechosos para mí. ¿Son falsos? Déjame ver.»
Eso era todo.
¡Bueno, de todas formas no planeaba rendirme!
«¡Supongo que no se puede evitar!»
Me quité la capucha y lancé la vincha con cuernos a un lado.
«¡Soy Azusa, la Bruja de las Colinas! ¡Vengo con medicina que despertará al rey demonio! ¡La reviviré ahora mismo, así que abran paso!»
Estaba aquí para salvar gente. No tenía nada de que avergonzarme.
«¡No sabía que era posible ser tan turbio! ¡Camaradas, apresen a esas dos!»
Tampoco podía dejarme capturar obedientemente.
Inmediatamente, me acerqué a uno de los demonios (que tenía grandes cuernos, como el rey de los demonios toro), y lo golpee.
¡Whuud!
Por un momento, el demonio se dobló como si lo hubiera quebrado. Normalmente, eso lo hubiera derrotado, pero…
«Pero qué… ¿Qué es esta humana?»
Ni siquiera se había desmayado. Todos los ejecutivos demoníacos eran peces gordos.
Bueno, no servía de nada quedarse parada estando impresionada.
¡A continuación lancé una patada giratoria! ¡Luego un golpe de karate, seguido por otra patada giratoria!
Los ataques dieron en el blanco en rápida sucesión, y el demonio pasó a pelear defensivamente.
Ahora es mi oportunidad. ¡Me acerqué y lo golpee con mi puño!
El hombre finalmente perdió la conciencia. Se desplomó al suelo, sangrando de la nariz.
Me tomé un pequeño respiro. Mi caja de medicinas estorbaba, así que la puse en el suelo y examiné la situación.
Había unos diez enemigos. Aunque era una leviatán, Vania fue capturada con relativa facilidad. Beelzebub se hacía la inocente («¡No se nada sobre esto, absolutamente nada!»), atrayendo la atención de dos personas que la estaban interrogando.
Aún así, había unos cinco enemigos entre la habitación del rey demonio y yo.
Perfecto. Aquí vamos.
«¡Déjenme ver al rey demonio!»
Caminé hacia el grupo que hacía guardia.
«¡Hombres, defiendan hasta la muerte! ¡Tienen permitido usar magia!» Ordenó otro ejecutivo, y en respuesta, una oleada de navajas de hielo y viento volaron hacia mi.
El ataque rasgó mis ropas un poco. Recibí algunas heridas menores.
Pero eso fue todo.
«¿Qué, eso es todo? Eso fue más o menos como una picadura de mosquito.»
Vi como el terror los recorría.
Si esto era todo lo que tenían, nunca podrían detener a un nivel 99.
«¡Si se meten en mi camino, acabaré con todos ustedes!»
Me moví a alta velocidad, materializándome frente al enemigo.
«Buenas tardes. Por mi conveniencia personal, toma una siesta, ¿de acuerdo?»
¡Lo golpee con dos puñetazos seguidos! ¡Y una patada!
Esta vez, usé un hechizo de Teletransportación.
¡Aparecí detrás de otro y lo golpee con una serie de puñetazos!
«¡No hay como saber donde aparecerá el enemigo! «¡Es demasiado devastadora!» «¡Alguien use un hechizo de Recuperación!»
Los demonios estaban entrando en pánico. Iba a seguir con esto.
¡Aparecí detrás de ellos de nuevo, y esta vez usé una patada voladora!
Mandé a uno de ellos a volar.
¡También le di un puñetazo al tipo junto a él! ¡Un golpe limpio en la quijada!
¡Mientras estaba en eso, me puse detrás del que estaba reteniendo a Vania y lo patee en la parte trasera de la cabeza! Colapsó al instante.
«Me salvó, pero Señorita Azusa, ¿qué demonios pasa con su estado…?»
«¿Qué? Bueno, es nivel noventa y nueve.»
Acabé con los enemigos restantes de manera similar.
Mis oponentes no tenían forma de detener una estrategia que combinaba teletransportación con combate cuerpo a cuerpo. Subir de nivel una y otra vez realmente era el atajo para volverse la más fuerte del mundo.
Derribé a los soldados que custodiaban la habitación del rey demonio, con armadura y todo.
Al final, eliminé a todos menos a Beelzebub.
«N-No tenía idea de que esto pasaría.»
Beelzebub también estaba petrificada.
«Si te pones seria, podrías destruir un país entero por tu cuenta…»
«Lo hice más vistoso de lo necesario. Aún así, ahora debería poder encargarme del rey demonio como quiera.»
Tomando mi caja de medicina, entré a la habitación en la que debía estar el rey demonio.
El rey demonio, Provato Pecora Ariés, dormía en una gran cama con dosel.
Genial. Ahora si me las arreglo para poner la medicina en su boca, todo debería arreglarse.
Acerqué la medicina a los labios del rey demonio. Tenía que hacer que abriera la boca, así que tenía que tocar su rostro un poco…
En ese instante, el rey demonio abrió los ojos, y me dio un cabezazo.
Clonk.
No tuve tiempo de esquivar, y mi cabeza tomó el golpe.
Ow-ow-ow-ow… Mi defensa también era alta, así que no fue tan malo, pero aún así.
«Sentí que se acercaba una sinvergüenza, así que mis instintos me despertaron.»
El rey demonio ya estaba despierta.
Ya veo. ¿Aunque esté inconsciente puede detectar enemigos? No esperaba menos de un rey demonio.
… Espera.
Si el rey demonio me veía como un enemigo, ¿no era algo malo? ¿De varias formas?
«Um, Su Majestad, no vine aquí a intentar derrotarla…»
«Azusa, Bruja de las Colinas, enfrentame.»
No tenía idea de dónde la había sacado, pero el rey demonio tenía una gran espada.
Bueno, esto se puso feo bastante rápido.
«Su Majestad, solo le traje medicina para despetarla. No tengo intención de atacarle.»
«Pero esa poción verde es obviamente venenosa.»
Honestamente, era imposible verla como algo no venenoso. Yo tampoco querría beberla.
«Es lo que parece, es todo. Si la bebiera, quería decir ‘¡Oh, que horrible! ¡Pero dame otro vaso!'»
«¡No puedo confiar en ti! ¡Si tanto quieres que te crea, enfréntate a mí, Provato Pecora Ariés, y prueba tu inocencia!»
«¿C-Cómo probaría algo con eso?»
«Es simple. Si tu objetivo fuera dañar mi persona, nunca me dejarías vivir. Sin embargo, si realmente pretendías salvarme, no me matarás, aunque ganes.»
Ya veo. Eso tiene sentido, de cierta forma, pero-
«Pero eso solo funciona si gano por mucho, ¿verdad?»
«Si mueres, entonces mueres. Todo lo que quedará es el hecho de que maté a una asesina.»
Hizo esa horrible declaración sin siquiera pestañar.
Técnicamente podría haber rechazado la pelea y escapar, pero si lo hacía, perdería por completo la oportunidad de explicarme. La situación podría escalar en una guerra total, y Beelzebub y Vania podrían ser asesinadas.
De acuerdo. Llegué a una conclusión interna.
Simplemente tendríamos que dejar que nuestros puños hablen por nosotras.
Una vez más, recordé mi estado.
Un ATK de 468, 580 DEF, y 533 HP. ¡Debería ser más que capaz en una pelea mano a mano!
«De acuerdo, Bruja de las Colinas. ¡Juzgaré tu fuerza!»
Me lancé a una carrera, directamente hacia el rey demonio, y ella movió su enorme espada a alta velocidad en un corte horizontal.
¡Foooooooom! ¡Eso fue todo lo que hizo, pero sonó como un violento viento!
«¡Wow!» ¡Por ahora, cambié a maniobras evasivas, quitándome del camino!
«¿Qué? ¿Esquivaste eso…? Tu agilidad es increíble.»
El rey demonio parecía desconcertado.
No esperaba menos de un rey demonio. Sus habilidades definitivamente eran avanzadas. Con todos mis enemigos anteriores, podría haber esquivado y golpeado sin problemas… Aunque no estaba segura si de verdad estaría bien hacer eso.
Me acerqué una vez más, pero esa espada era realmente peligrosa.
La estaba moviendo de aquí para allá rápidamente, aparentemente habiendo estudiado el arte.
Podría haberme acercado de todas formas, pero no quería pelear como una apostadora, y no debería. No tenía permitido perder. Había muchas vidas que dependían de mí.
Digno de alguien que se hacía llamar rey demonio, mi oponente era bastante poderoso. Si movía esa espada una vez, la mayoría de sus oponentes morirían instantáneamente.
Dicho eso, no iba a dejar que acertara tan fácilmente. Mi agilidad era de 841. Si las estadísticas en este mundo podían llegar a un máximo de 999, estaba prácticamente ahí.
Eso significaba que no era fácil hacerme daño.
Seguí esquivando.
«¡Enserio! ¡Sigues correteando por todas partes! ¡Parece como si fuera a golpearte, y entonces fallo!»
No es eso, rey demonio. No estaba apenas arreglándomelas para esquivar en el último momento por suerte. Estaba haciendo esas evaciones de último momento porque podía.
Sin embargo, tenía más que perder que mi oponente.
«Si te demoras demasiado, la vida de esa elfa estará en riesgo.»
El rey demonio, que había tomado algo de distancia, me provocó.
No fue la mejor idea. Esas palabras encendieron un fuego en mi corazón.
«¡Date prisa y ven por mí, Bruja de las Colinas!»
«No es necesario que me lo digas.»
Para proteger las vidas de mi familia, me rehusaba a ceder.
Aceleré tanto como pude.
Entonces, lancé un puñetazo con toda mi fuerza…
… a la espada del rey demonio.
¡Claaaaaaaaaaaang! El golpe produjo un sonido metálico. Sonaba como si hubiera golpeado con otra espada. ¿Así que mi mano era una verdadera arma ahora?
Tal vez porque había recibido el impacto de frente, pero el rey demonio se tambaleó.
«Ups…» Ella retrocedió hasta la pared, y se detuvo.
«Creo que eso lo decide, rey demonio.»
«Eso es prematuro. Perdí el balance, pero no estás ni cerca de acorralarme.»
«Ah. Así que no te has dado cuenta.»
Siempre quise decir eso.
«¡¿Q-Que quieres decir?!»
«Ya la destruí, ¿ves?»
Luego de una ligera pausa, la espada se derrumbó en pedazos.
Aturdido, el rey demonio dejó caer la ahora inútil espada.
«Eso no puede…»
«Puedes entrenar tu cuerpo todo lo que quieras, pero hay límites para cuanto puedes reforzar un arma.»
La espada me estorbaba, así que me deshice de ella. Esa era la ruta más corta para salvar a Halkara.
Una vez que pulvericé su arma, era mi turno.
Aceleré más.
Golpee mi mano contra la pared, justo a un lado del rostro del rey demonio.
¡Baaaaaaaaaaam!
Fue un golpe feroz que agrietó la pared.
La expresión del rey demonio finalmente se retorció.
«Yee… yeek…»
Aparentemente, no podía pelear sin su espada.
La forma en la que estaba encogiéndose hubiera sido impensable si aún pudiera pelear.
«Jaque mate, Su Majestad.»
Mantuve la ira fuera de mi rostro, sonriendo tanto como pude. Aún así, yo era más alta, así que probablemente me veía bastante intimidante de todas formas.»
«Si seguimos, ganaré. Continuar no es buena idea, ¿verdad?»
El rey demonio me estaba mirando mi rostro desde abajo a través de sus pestañas. Puede que la forma en que temblaba fuera la razón de que no pudiera hablar.
«¿Escucharás lo que tengo que decir?»
«Ah, ah… de acuerdo…»
«Por favor perdone a Halkara. Ella simplemente es atolondrada; no pretendía lastimarte. Además, absuelva de culpa a aquellos que intentaron ayudarme a mí y mi familia. Fue todo un desafortunado error. Si dice que nos perdonará, Su Majestad, todo acabará bien.»
«…»
«¿Lo entiende? Es importante, así que respóndame como se debe. En palabras, por favor.»
«Sí, hermana mía.»
Tengo el presentimiento que me dijo algo raro.
-Justo cuando pensé eso, ella estiró su mano hacia mi mejilla.
¡¿Huh?! ¡¿Qué está pasando?! ¡¿Puede usar algún tipo de arte marcial después de todo?!
Aunque no podía ver nada que sugiriera que planeaba matarme.
«¡Escucharé cualquier cosa que me digas, hermana mía! ¡Lo espero con ansias!»
«Um, ¿qué quiere decir con ‘hermana’?»
«A menudo he pensado que me gustaría tener a alguien más fuerte que yo para idolatrar. Sospechaba que usted sería perfecta, Señorita Azusa, así que la probé.»
¿Probar? ¡¿Buscó pelea conmigo intencionalmente?!
«Me gustaría seguir amándote y respetándote, Hermana.»
«Um, Su Majestad… Estaría honrada de tener su amor y respeto, pero primero, ¿podría garantizar la seguridad de Halkara y las demás? Además, ¿podría quitar su mano, por favor?»
«Oh no, no hables tan formalmente. Dilo como una orden: ‘Provato, libera a mi familia’, así. Ah, y también, pon tu mano en mi mejilla, justo como estoy haciendo ahora.»
Finalmente, retiró su mano.
Creo que esta chica podría tener inclinaciones un tanto extrañas…
Ahora que lo pienso, hace mucho tiempo, leí en alguna parte que mientras más poderosa era la persona, más probable era que fuera bastante masoquista.
Sin embargo, esto era para salvar a Halkara. No tenía sentido negarme a dar una orden.
«‘Provato’ no es muy lindo. Te voy a llamar Pecora.»
Después de todo, su nombre era Provato Pecora Ariés. Aunque, con los demonios, no estaba segura de cuál era su primer nombre y cual su apellido.
«Sí, hermana mía.»
Ocultando mi leve confusión, puse mi mano en la mejilla de Pecora.
«¡Oh, Hermana…! ¿Qué estás haciendo?»
A pesar de lo que dijo, se veía feliz. Ya que estaba haciendo exactamente lo que ella me pidió, probablemente era natural.
«Pecora, libera a Halkara. Te garantizo que no pretendía lastimarte, y bueno, normalmente, probablemente la ejecutaría de todas formas, pero… Si dices que se retracten, entonces es posible.»
«De acuerdo, Hermana. Después de todo, nunca podría herir a la amiga de mi hermana mayor.»
Pecora (así la iba a llamar de ahora en adelante), salió a donde los ejecutivos estaban apilados como una montaña de cadáveres y les dijo, «La Señorita Azusa no pretendía atacarme. Ninguno de ustedes la considerará un enemigo.»
Los ejecutivos que seguían conscientes se postraron.
«Además, aunque la Señorita Halkara me dio un cabezazo, perdónenle. La familia de la Señorita Azusa no debe ser dañada.»
Un mensajero demoníaco fue convocado de inmediato, y fue a donde estaba siendo retenida para dar las noticias.
Aparentemente, Halkara estaría a salvo ahora. Bien, que alivio.
«Parece que de alguna forma funcionó.»
Beelzebub suspiró con cansancio.
«¡Oh! Entonces nosotras también estamos salvadas… Me alegro tanto…»
Vania había sido atada con vueltas y vueltas de cuerda. Tuvo que ser un predicamento bastante importante, pero se veía bastante tonta.
«Parece que pasaron muchas cosas mientras estaba inconsciente. Más adelante, llevaré a cabo una revisión para ver cómo el país funcionó en mi ausencia. Por ahora, sigan adelante con los preparativos para la ceremonia de mañana para que pueda llevarse a cabo según lo planeado.»
Los demonios asintieron, entonces se dividieron en grupos de dos y tres para hacer sus trabajos. Ella estaba calmada, pero no esperaba menos del rey demonio: su dignidad estaba a otro nivel.
«Oh. Su Majestad, ¿podría también avisar a mi familia que todo se resolvió, por favor?»
«Si no lo dices como mi hermana mayor, no escucharé,» dijo Pecora remilgadamente.
«… Pecora, avisa a mi familia también. Tan rápido como sea posible.»
«Si es una orden tuya, Hermana, me aseguraré de que se haga de inmediato.»
Ella iba a escuchar cualquier cosa que dijera siempre y cuando lo dijera como una orden, lo que técnicamente era algo bueno.
Haaaah… Eso es un trabajo terminado, y estoy cansada.
Te pones tensa cuando hay vidas en juego. Incluso a nivel 99, tus hombros se entumecen. Puede que tome un pequeño descanso.
«Pecora, tomemos un té. Diles que lo preparen para nosotras.»
«De acuerdo. Hicimos un desastre en este lugar, así que haré que lo preparen en el edificio de al lado.»