
Capitulo 11: Llegó un segundo dragón
Nuestro recorrido por el Castillo Vanzeld no estuvo exactamente libre de problemas, pero acabó sin heridos.
Quería recorrer un poco más, pero el número de personas que iban a vivir en la casa de las colinas había aumentado, así que decidimos volver a casa.
Ahora mismo, estábamos de camino a casa a bordo de un leviatán.
Mientras nos relajábamos en el comedor, entró un demonio.
«Yo les asistiré en su viaje de regreso, mi nombre es Fatla. Mi hermana menor, Vania, les causó todo tipo de problemas durante la primera mitad de su viaje.»
Oh, cierto. Estas hermanas tomaban sus enormes formas de leviatán y trabajaban como algo parecido a un autobús turístico. La que no estaba conduciendo (?) actuaba como la guía turística.
«No, no. Vania se estaba esforzando, creo. No te preocupes por eso.»
«¿Está segura? Por lo que veo, ella es prácticamente peso muerto para nuestra tribu.»
Cuando se trataba de su hermana menor, tenía una lengua muy afilada.
«Las guiaré apropiadamente, así que por favor no se preocupen. También les he preparado bebidas, iré a buscarlas ahora.»
Luego de unos tres minutos, Fatla volvió con una bandeja de bebidas heladas.
«Es una bebida hecha disolviendo miel en agua de manantial. Debería ser perfecta para la fatiga del largo viaje.»
«Realmente eres buena con esto de la hospitalidad.»
Si el Rey Demonio Pecora hubiera tenido una personalidad ligeramente mejor y nos hubiéramos mantenido fuera de problemas, probablemente habría sido un viaje normal… Aunque supongo que no se puede decir que es normal que seamos arrastradas en algo como esto. No era fácil tener una vida relajada.
Pero aún había un accidente esperándonos.
Repentinamente, el suelo se inclinó una y otra vez.
«¿Un terremoto? ¡¡Pero ni siquiera estamos en tierra!!»
«¡Vania probablemente se rió al recordar algo, y se está sacudiendo! ¡Esa idiota!»
Ya veo. Si no te mantienes en calma, todos y todo lo que estás cargando también se sacudirá.
Entonces las sacudidas se volvieron más violentas, y…
«¡Waugh, argh! Se mueve tanto que no puedo balancear la bandeja-«
Fatla cayó.
¡Sploosh! El agua con miel en la bandeja cayó sobre ella.
«¡N-No soy torpe! ¡No lo soy!»
Fatla había aterrizado sobre su trasero, con lágrimas brotando de sus ojos.
«Lady Beelzebub siempre me elogiaba, diciendo que hice bien mi trabajo… ¡Esto es abominable! ¡¡¡Lo juro, le voy a dar una paliza más tarde!!!»
«¡Hey, cálmate! ¿Alguien tiene una toalla?»
Halkara fue a buscar una, y secamos un poco a Fatla.
Mientras la secábamos, un anuncio sonó en la habitación.
«Les habla su piloto, Vania. Lamento mucho eso. Una broma de una comedia que vi hace dos años me vino a la cabeza…»
¡¿Entonces enserio se había reído porque recordó algo?!
«¡Nunca jamás te voy a perdonar!»
Fatla estaba furiosa.
Bueno, este era un problema familiar, y pensaba dejar que lo solucionaran entre ellas.
Quince minutos más tarde, Fatla trajo más agua con miel. Su expresión era calmada.
Se veía como si acabara de salir del baño.
«Estaba pegajosa por la miel, así que me di un baño. Aquí tienen unas bebidas frescas.»
«La tienes bastante difícil, ¿verdad?»
«Sí, es verdaderamente horrible.»
El agua con miel no era muy dulce. El sabor estaba perfectamente balanceado.
Mientras la bebías, podías sentir como si tu cuerpo estuviera siendo purificado.
Mis hijas estaban ofreciendo comentarios como, «¡Esto es bueno, ¿verdad, Shalsha?!» «Sí, Hermana, es deliciosa,» así que por lo que parece, era un gran éxito con los niños.
«Tráeme otro vaso, por favor.» Halkara pidió más. «Si comercializáramos esto, creo que se vendería bien. Si sólo es agua y miel, debería ser fácil de preparar. Beberé un poco más para memorizar el sabor.»
«¡Siempre estás pensando en los negocios!»
«Les volví a causar problemas, así que pensé en ganar dinero y comprar regalos para todas…»
Entre esto y aquello, Halkara parecía estar reflexionando sobre sus acciones.
«Halkara, no es necesario que muestres consideración de esa forma.» Laika tomó un sorbo de su agua con miel mientras hablaba. «Al contrario, creo que Lady Azusa quiere que uses este error para ayudarte a madurar. Si quieres agradecernos con algo en concreto, puedes simplemente cocinarnos algo élfico en la casa de las colinas.»
Rosalie, que estaba flotando junto a ella, también asintió. Yo estaba de acuerdo.
«De acuerdo. Muchas gracias… Aún así, creo que esto se vendería, así que lo tendré en mente.»
Así que no lo había olvidado. De cierta forma, eso era típico de Halkara. Pensando que uqería que siguiera viviendo de esa forma, bebí lo último de mi agua con miel.
Sin embargo, aún había un vaso en la mesa, sin tocar.
«Flatorte, ¿por qué no bebes? ¿No te gusta?»
Flatorte también iba a la casa de las colinas, y estaba aquí con nosotras. Sin embargo, no había dicho ni una palabra en un buen tiempo, y tampoco había bebido o comido nada.
«¿Es algún tipo de protesta?»
¿Podría ser una huelga de hambre?
«No.» Flatorte sacudió la cabeza, pero estaba mirando al agua con miel. «No me dio permiso, mi señora, así que no lo he hecho.»
Ella reveló la impactante razón casualmente.
Halkara, Laika y Rosalie retrocedieron un poco.
«… Puedes beber, Flatorte.»
Cuando le di permiso, Flatorte dio un sorbo y sonrió. «Es deliciosa.»
¿Esta chica era una fanática, o la sumisión de todos los dragones azules era así de extrema? De cualquier forma, esto no era bueno.
«Flatorte, ven aquí un minuto.»
Llevé al dragón a una habitación vacía.
«¿Qué pasa, mi señora? ¿Hice algo malo?»
«Escucha, ¿esto significa que no harás (o no puedes hacer) nada a menos que se te ordene?»
«Así son las relaciones de amo y sirviente, así que sí. Hubo un tiempo, hace mucho, cuando caballeros humanos peleaban montando dragones azules. En ese entonces, si un dragón actuaba sin ordenes, causaba un gran revuelo, así que…»
Ya veo. Así que la sumisión estaba basada en una mentalidad de tiempos de guerra.
«En ese caso, si te dijera que mueras, ¿lo harías? No, ¿verdad?»
«Si me dice que muera, lo haré. Ese es el orgullo de los dragones azules.»
Esto era un problema. Estaba chocando con un sistema de valores diferente al mío.
«Flatorte, no quieres morir, ¿verdad?»
«N-No, no quiero, pero como dragón azul, hay cosas que debo proteger…»
«¿Morir cuando alguien te lo ordena es orgullo? Pero simplemente te estás desechando a ti misma. Sé que la sumisión no es lo único que tu gente considera una virtud.»
De alguna forma, tenía que cambiar la mentalidad de Flatorte a algo más decente.
«No. El núcleo de los dragones azules es la creencia de que ‘el fuerte se lo lleva todo’. En otras palabras… el individuo derrotado que permitió que tocaran sus cuernos debe vivir el resto de sus días en absoluta obediencia del fuerte.»
Mientras Flatorte me decía esto, podía ver lágrimas en sus ojos. Ella tampoco había aceptado del todo lo injusta que era la situación.
«Mis padres también me enseñaron esto. Los que dejan que sus cuernos sean tocados deberían perderlo todo y vivir de esa forma. Dijeron que era el castigo por ser débil.»
«Pero eso es prácticamente esclavitud.»
«En los manuscritos antiguos, leí que los caballeros dragón son definidos como ‘aquellos que pelean usando dragones azules esclavizados’.»
Hey, no, no quiero una esclava. Ya somos bastante felices como familia.
«De acuerdo. En ese caso, Flatorte, tengo una orden para ti.»
«Sí, mi señora.»
«Cuando lleguemos a la casa de las colinas, piensa y actúa por tu cuenta, sin esperar ordenes de mí. Desecha ese sentimiento de sumisión y vive como quieras.»
Flatorte no parecía entender lo que acababa de oír, pero pronto su expresión se tornó ansiosa.
«¡Pero mi señora, en ese caso, no sabré como debería vivir!»
«¿Por qué no? Mis órdenes son absolutas, ¿verdad? En ese caso, obedece. Tienes que vivir independientemente. Te daré tantos consejos como quieras, pero no me gusta dar órdenes.»
Flatorte me estaba mirando con los ojos llenos de lágrimas.
Aparentemente, lo que estaba diciendo le había llegado un poco.
«Mi señora, esa orden es inconsistente…»
Cierto: Había algo retorcido en ordenar a alguien que actúe con libertad.
«Está bien. Después de todo, yo soy la que manda aquí.»
Cuando pienso que algo es correcto, no cedo.
«De verdad es amable, ¿verdad, mi señora?»
«Si acaso, tu eres demasiado extrema. Tómate la vida con más calma. De cierta forma, si intentaras emular a Halkara, sería perfecto.»
«Mi señora, en ese caso… ¿Puedo pedir un favor?»
«Haré lo que pueda. ¿Qué es?»
«¿Acariciaría mis cuernos y cabeza, por favor?»
¿Huh? ¿Otra vez con lo de acariciar los cuernos?
«No tiene nada de malo, así que supongo que está bien.»
Palmee ligeramente la espalda de Flatorte con mi mano izquierda, acariciando sus cuernos y cabeza con mi derecha.
«Aah… Flatorte es toda suya, mi señora…»
Flatorte parecía feliz. ¿Estaba bien considerar este asunto solucionado?
«Entre los dragones azules, siempre tuve cuidado de no demostrar debilidad… así que no había nadie a quien pudiera pedirle que me mimara, por eso… estoy muy feliz ahora.»
Ahora que lo pienso, esta chica fue la líder durante ese ataque.
Como Pecora, puede que ella caiga en la categoría de «muchas personas importantes son masoquistas».
«Mi señora, Mamá, Mamá…»
«¿Huh? ¿Mamá?»
Cierto, las madres eran el ejemplo definitivo de personas con las que podías contar para que te mimaran, pero…
Esto era solo una suposición, pero tal vez cuando tus padres acarician tus cuernos, no contaba como muestra de sumisión. Los padres probablemente al menos acariciaban la cabeza de sus hijos.
En ese caso, las únicas personas que podían acariciar tus cuernos serían tu amo o tus padres. Probablemente había hecho que recordara a su madre.
«Tu barriga se siente tan bien, Mamá… Es como cuando me recuesto en una cálida habitación…»
Parecía que sus recuerdos se estaban revirtiendo a su niñez. ¿Estaba pasando por una regresión porque sentía algo maternal en mí (aunque yo soy menor que ella), y quería que la mimara? Yo ya estaba completamente en modo mami con este adorable dragón, así que no me importaban los detalles menores de las emociones de Flatorte.
En este punto, tal vez puede criar otra niña bastante rara.
Justo en ese momento, la puerta se abrió, y Laika entró. Su expresión era bastante severa.
Ella tiró de la espalda de Flatorte.
«Estás dándole problemas a Lady Azusa. ¡Creo que es hora de que te separes!»
Flatorte fue alejada fácilmente. Sin embargo, cuando vio a Laika, su furia explotó. Su regresión a la infancia se evaporó.
«¡¿Por qué nos interrumpiste?! ¡Todo lo que hacen los dragones rojos es irritante!»
«¡Estabas haciendo algo raro, así que te detuve, eso es todo!»
«¡Parece que realmente tendré que arreglar las cosas contigo en alguna parte! ¡Te reto a un duelo!»
¡¿Qué acababan de jurar en presencia del rey demonio?! ¡¿Ya habían vuelto a pelear?!
«¡No lo hagan! ¡Si hacen quedar mal al rey demonio, pasará algo terrible!»
«Mi señora, si nos desafiamos en alguna forma que no sea reconocible como una pelea, no será problema.»
«Lady Azusa, creo que estará bien si elegimos un método seguro.»
Eso era un alivio. Aunque, en ese caso, ¿qué demonios planeaban hacer?
«¿Q-Qué tal si quien sirva mejor a mi señora gana…?»
¡¿Qué clase de método es ese?!
«D-De acuerdo… Eso servirá.»
¡No solo eso, Laika lo aceptó!
«¿M-Mi señora? ¿Sus hombros están entumecidos?»
«Lady Azusa, le daré un masaje en la espalda.»
«¡No, ambos lugares están bien como están!»
Salí de la habitación. ¡Que alguien venga a mi con esa extraordinaria determinación solo hace que se me entumezcan aún más los hombros!
«¡Cuando lleguemos a la casa de las colinas, vamos a tener una competencia de cocina!»
«Perfecto. ¡Haré dulces que a mi señora le parecerán deliciosos!»
Supongo que la casa se va a volver aún más ruidosa.