
Capitulo 27
«Bueno, Kain-kun, aquí me despido.»
«Claro, Senpai. Muchas gracias.»
Kain y esa chica se separaron frente a la puerta principal del gran templo.
Aparentemente la hija de una persona influyente del Gran Templo Altlis, «Senpai», a primera vista, parecía una persona con un carácter impecable.
Incluso frente a Kain, ella se comportaba como una persona compasiva y virtuosa, y parecía estar ganando su confianza.
Sin embargo, Ein lo sabía.
Sabía que esa actitud estaba limitada a Humanos, y que «Senpai» también apoyaba ese argumento de rechazo Semi-Humano o lo que sea.
Pero eso no tenía relación con Ein.
Ahora mismo, ella tenía que seguir a Kain.
Extendiendo sus alas y volando, la figura de Ein parecía ser la de un simple cuervo desde el punto de vista de la humanidad.
Recientemente, la capital real tenía muchos cuervos, así que Ein no resaltaría sin importar a donde fuera.
«…»
¿Quién era este hombre llamado Kain?
No sé la razón de que los Alva intenten ponerse en contacto con Kain, pero… seguramente, es algo que debería reportar a Rokuna, pensó Ein.
Fue en ese momento que Ein repentinamente sintió que algo estaba mal.
El camino que tomó Kain, era extraño.
Normalmente, a esta hora él regresaba a su habitación en el edificio llamado dormitorio.
Pero hoy, estaba pasando por muchos callejones.
Era como si estuviera intentando atraer algo.
Tal y como pensaba, cuando Kain se detuvo por completo en un lugar desierto, comenzó a mirar alrededor.
Interesada, Ein se detuvo en un tejado cercano.
Kain colocó una mano en la empuñadura de su espada, y cuidadosamente inspeccionó sus alrededores.
«… No sé quien eres, pero sé que recientemente me has estado vigilando.»
Al escuchar eso, Ein se sorprendió.
¿Podría ser que notara su mirada?
No debería haber tomado ninguna acción lo suficientemente obvia para ser descubierta.
… Eso significaba que este hombre llamado Kain era bastante atento y cuidadoso.
Cuando Ein pensó que podría ser buena idea detener temporalmente su observación, una distorsión espacial apareció en el cielo sobre Kain.
«¡¿Q-Qué demo-?!»
Kain se sorprendió por lo que vio.
Sin embargo, Ein lo notó de inmediato.
Que eso era un Alva. Como esperaba, estaban intentando entrar en contacto con Kain.
«¡¿Un, un Alva?! ¡¿Un Alva en la capital real?!»
Tenía una forma siniestra, mucho más grande que un Alva normal.
No había duda de que era idéntico al tipo especial que Ein aplastó hace unos días.
Como mucho, probablemente su apariencia era todo lo que tenía a su favor, pero… esta vez, apareció en un lugar muy notorio, pensó Ein.
Era como si hubiera salido en respuesta a las palabras de Kain.
«Ya veo… ¡Así que esa mirada era tuya!»
El Alva miró abajo hacia Kain, que había desenvainado su espada.
Sin embargo, no le respondió.
Ein sabía muy bien que los Alva no podían usar palabras.
Pero-
«T… tt… t,u.»
«¡…!»
Al escuchar la voz del Alva, Ein tembló.
Tu.
Ciertamente sonaba así.
No había duda.
Ese Alva estaba intentando comunicar algo con palabras.
«Tu… matar. Orord… de…»
«Orde… ¡¿Podría ser que dijo ‘ordenes’?!»
Esto no era bueno.
Ein entendió esto intuitivamente.
Que no debería permitir que este Alva siguiera hablando. No podía permitir que siguiera libre.
Una orden… ¿Quien le dio una orden?
«Re… rerei…»
«Cierra el pico.»
Transformándose en Majin en un instante, Ein blandió su daga, disparando siete cortes.
Habiendo sido cortado en pedazos, el cuerpo del Alva se convirtió en una niebla oscura y se desvaneció, y Ein, que estaba vestida de negro, aterrizó frente a Kain.
Por orden del Rey Demonio, te mataré.
Si uno conectaba sus palabras, eso era seguramente lo que el Alva intentaba decir.
Sin embargo, el Rey Demonio Vermudol nunca daría ese tipo de orden.
¿De quién era la orden por la cual el Alva persistentemente perseguía a Kain?
«E… em… ¿tu, eres…?»
Ella fue llamada por un Kain que parecía desconcertado, pero Ein no le respondió y guardó la daga en su bolsillo.
Viendo eso, Kain también se apresuró a envainar su espada.
«…»
Ella reflexivamente había saltado frente a Kain, pero Ein no tenía nada más planeado.
Qué haría ahora… Afortunadamente, estando en su forma Majin, su apariencia física no era muy diferente a la de los Humanos.
Si se encargaba de todo apropiadamente, entonces todo debería estar bien.
Mientras pensaba eso, Kain habló.
«Ah, podría ser… tu nombre es, Orde… ¿es eso?»
Cuando ella estaba a punto de decir «¿De qué demonios hablas?», notó el malentendido de Kain.
En efecto, el Alva ciertamente no dijo «orden», sino «orde».
El Alva vino a matar a la persona llamada Orde… podría ser natural entenderlo así.
Si él había malinterpretado las cosas así, no había necesidad de molestarse en corregirlo.
«Quien sabe. Pero no tengo intención de darte mi nombre.»
«Y-Ya veo. Eso es comprensible. Ah, yo soy Kain. Kain Stagius…»
«No me interesa.»
Luego de responder así, Ein ágilmente saltó a los techos.
Por alguna razón, las incomprensibles palabras «así que en esta área también hay kunoichis» que dijo Kain permanecieron en los oídos de Ein.